Pachuca, Hidalgo, 12 de abril 2015
- La hepatitis A se asocia a falta de agua salubre y a un saneamiento deficiente
- Se transmite por la ingestión de alimentos o bebidas contaminados o por contacto directo con una persona infectada
La mala higiene personal, un deficiente saneamiento de los alimentos y la falta de agua salubre están estrechamente ligados a la hepatitis A, por lo que es indispensable incrementar medidas como el lavado de manos para evitar este padecimiento, señaló la doctora Elvira Elvia Escobar Beristain, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Hidalgo.
Se trata de una enfermedad hepática que se transmite principalmente cuando una persona no infectada (y no vacunada) come o bebe algo contaminado por heces de otra persona infectada por ese virus, representando una de las causas más frecuentes de infección de transmisión alimentaria.
A diferencia de las hepatitis B y C, la hepatitis A no causa hepatopatía crónica (cirrosis) y rara vez es mortal, pero puede causar síntomas debilitantes y hepatitis fulminante (insuficiencia hepática aguda), que se asocia a una alta mortalidad, además de que pueden pasar semanas o meses para que la persona infectada pueda volver a sus actividades cotidianas.
El periodo de incubación de la hepatitis A suele ser de unos 14 a 28 días y se manifiesta por fiebre, malestar, pérdida de apetito, diarrea, náuseas, molestias abdominales, coloración oscura de la orina e ictericia (coloración amarillenta de la piel y la esclerótica ocular), aunque no todos los infectados presentan la totalidad esos síntomas.
Cualquier persona que no haya sido vacunada o no se haya infectado antes puede contraer la hepatitis A, sobre todo si existen factores de riesgo como: saneamiento deficiente, falta de agua salubre, uso de drogas inyectables, convivencia con una persona infectada y viajes a zonas de alta endemicidad sin inmunización previa.
La doctora Elvira Escobar, coordinadora auxiliar de Salud Pública en el IMSS Hidalgo, señaló que la mejora del saneamiento, la inocuidad de los alimentos y la vacunación son las medidas más eficaces para combatir la hepatitis A.
Además, su propagación puede reducirse mediante sistemas adecuados de abastecimiento de agua potable, eliminación apropiada de las aguas residuales de la comunidad y prácticas de higiene personal, tales como el lavado regular de las manos con agua salubre.
Finalmente, recordó que el Instituto realiza periódica y regularmente campañas de inmunización, como en las Semanas Nacionales de Vacunación, pero también de manera particular realiza jornadas en distintas zonas de la entidad a donde la derechohabiencia puede solicitar la protección contra esta y muchas enfermedades.
