México, 10 de octubre de 2017.- El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, aseveró que “sin duda, hay vida después del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)”, pero dependerá en gran medida de la convicción de los mexicanos para fortalecerla, definirla y de que pongan en su justa dimensión el reto, además de que hay números concretos que demuestran que la situación puede ser “manejable” si Estados Unidos se retira del acuerdo, lo cual incluso dijo que da fortaleza a México en la renegociación.
Estados Unidos, dijo, es quien está “estirando la liga” y si no le parece suficiente la posición que México está dispuesto a mantener en la mesa de renegociación “obviamente los que se van a levantar de la mesa serían ellos”.
El gobierno del presidente Donald Trumpo ha estado poniendo “fuegos de artificio” en varios temas del TLCAN, lo que incluso ha provocado la inconformidad de su propio sector privado, señaló el funcionario en una entrevista radiofónica con Joaquín López Dóriga en vísperas de que comience la cuarta ronda de renegociación en Washington.
Cuestionado si existe la posibilidad de que México se levante de la mesa de renegociación, Guajardo puntualizó: “existe la posibilidad de que México mantenga una posición firme, clara y constructiva que si no le parece suficiente a la administración del presidente Donald Trump, obviamente los que se van a levantar de la mesa serían ellos porque el tratado seguirá con Canadá, independientemente de que Estados Unidos quiera denunciarlo.
“Tenemos fortalezas para poder seguir con toda convicción en la mesa de negociación, procurando una solución constructiva y positiva, pero estando listos por si ese escenario no se cumple”.
Reiteró que Estados Unidos no puede esperar “una voluntad tan entusiasta” de los mexicanos para colaborar en otros temas, como seguridad y migración, si “reciben un maltrato en uno de los frentes”.
“No podemos esperar que una cosa no se resuelva y se mantengan las expectativas de que las demás van a seguir funcionando como siempre. Ese es el tema geopolítico de cómo todo está entrelazado. Se abre un espacio de altísima complejidad”, señaló.
No obstante, al mismo tiempo aclaró que tampoco es el fin del comercio bilateral porque continuará bajo las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y en los otros temas también habrá la coordinación necesaria “por nuestros propios intereses pero no habrá el voluntarismo de apoyar más allá de lo que nos marcarán nuestros compromisos para nuestra propia seguridad nacional y nuestros propios objetivos”. Y el equipo del presidente Trump, dijo, “está muy consciente” al respecto.
Susana González G. | La Jornada
