6 abr 2015
Después de el desencuentro sufrido, la Secretaría de Relaciones Exteriores da por concluido el diferendo con el relator de la ONU, Juan Méndez, por su informe sobre la tortura en México, sin embargo la dependencia federal mexicana reiteró su desacuerdo por el papel que desempeñó.
La Cancillería puntualizó que “no se puede asegurar que la tortura es una práctica generalizada en México porque existen inconsistencias en el informe del relator”, asimismo reconoció que hay retos significativos para lograr una mejor y más amplia protección de los derechos humanos en el país.
La Cancillería reiteró que México se mantiene abierto al escrutinio internacional y destacó que el gobierno valora positivamente la visita y recomendaciones del relator pero le interesa que sus diagnósticos sean objetivos
