Las fuerzas de seguridad dijeron que al menos seis niños estaban entre los muertos. La policía y vehículos blindados llenaron las calles que rodeaban la iglesia y cientos de manifestantes se reunieron delante del templo para pedir represalias.
No hubo reivindicación inmediata de la autoría, aunque algunos seguidores del grupo extremista Estado Islámico celebraron el ataque en las redes sociales.
«Dios es grande, Dios es grande, Dios es grande», escribió uno en un mensaje de Telegram. «Dios bendiga a la persona que hizo este acto sagrado», decía otro post, también en Telegram.
Un dispositivo que contenía unos 12 kilogramos de explosivo TNT detonó en el lado destinado a las mujeres en la catedral, dijeron fuentes de las fuerzas de seguridad.
«Mientras la sangre egipcia siga siendo barata, abajo con el presidente (…) el pueblo exige la caída del régimen», gritaban los manifestantes delante de la iglesia, usando los cánticos emblemáticos de la revolución de 2011 contra el entonces presidente Hosni Mubarak, que posteriormente abandonó el cargo.
La oficina presidencial de Egipto describió el ataque en un comunicado como un acto de «terrorismo» y declaró luto nacional durante tres días en todo el país.
«No permitiremos que los terroristas amenacen nuestra unidad nacional con musulmanes», dijo Hani Bakhoum, vicesecretario del Patriarcado Copto Católico, en la televisión estatal. «Protegeremos nuestra unidad nacional», añadió.
Los coptos ortodoxos, que suponen en torno al 10 por ciento de los 90 millones de egipcios, constituyen la mayor comunidad cristiana de Oriente Medio.
Rebeldes islamistas llevan adelante una insurgencia liderada por el brazo del Estado Islámico en el norte del Sinaí, donde cientos de soldados y policías han muerto. Los insurgentes también han lanzado ataques mortales en El Cairo y otras ciudades.
El viernes, dos coches bomba, uno en El Cairo y otro en el norte de la capital, mataron a seis policías e hirieron a otros seis.
Con información de: http://www.elfinanciero.com.mx/
