Pachuca, Hgo., 27 de septiembre 2015
- Consumir cualquier medicamento puede disfrazar el problema y dificultar su diagnóstico
La ejecución de una buena historia clínica y una exploración detallada del paciente que acude a consulta, son fundamentales para dar un diagnóstico adecuado, señaló el Médico de Traslado de Urgencias del Hospital General de Zona con Medicina Familiar (HGZ/MF) No. 5, de Tula, Rubén Alcides Cruz, quien evitó una peritonitis en un niño de 10 años.
Luego de ser tratado en diversas ocasiones por médicos particulares, sin obtener mejoría, un menor fue llevado por su madre al área de urgencias del mencionado nosocomio, en la ciudad de los Atlantes, su padecimiento: un cuadro de dolor abdominal acompañado por fiebre y evacuaciones diarreicas.
El pequeño había sido diagnosticado en el medio particular con un supuesto cuadro de gastroenteritis, para el cual le prescribieron antibióticos y analgésicos, sin embargo, la experiencia del médico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fue pieza clave para determinar que la verdadera causa del malestar era una apendicitis.
De manera inmediata se le realizaron los estudios clínicos pertinentes e, incluso, los pre-operatorios, mismos que confirmaron el diagnóstico por lo que se canalizó al área de Cirugía, donde fue intervenido, con lo que se consiguió su favorable evolución y su recuperación total sin mayores complicaciones.
Cabe señalar que debido al tiempo que transcurrió desde la aparición de los síntomas, hasta el momento que fue atendido en el IMSS, el cuadro se encontraba avanzado, por lo que la inmediatez con la que actuó el doctor Rubén Alcides evitó que se rompiera el apéndice y se generara una peritonitis, que es una infección generalizada en la cavidad abdominal que pudo poner en riesgo la vida del menor.
Ante este panorama, el especialista destacó la importancia de realizar una buena historia clínica y una exhaustiva exploración del paciente, elementos aunados a la experiencia profesional para dar un diagnóstico definitivo, en el cual no se debe descartar ninguna patología y considerar la necesidad de una intervención quirúrgica.
“No toda diarrea es gastroenteritis, sino que pueden ser diversos cuadros clínicos, como en este caso la apendicitis, que es muy frecuente ya que se presenta en alrededor del dos por ciento de la población infantil y juvenil”, apuntó.
Finalmente, recordó que ante cualquier dolor abdominal, es necesario acudir al médico, sobre todo si la molestia no desaparece después de ocho horas, además se debe evitar la automedicación, ya que consumir cualquier medicamento puede disfrazar el problema y dificultar su diagnóstico, por lo que invitó a la población a asistir a las clínicas y unidades médicas del IMSS.
