Ixmiquilpan, Hgo., a 05 de septiembre de 2019.- Ser mujer indígena en México, es sufrir una triple opresión, por su condición de femenina, pertenecer a un pueblo originario, y ser pobre; el 58.8% de ellas declaró que fue discriminada por su condición de mujer; mientras que el 40.3% de los indígenas declaró que se les discriminó por su condición de persona indígena, de acuerdo a la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) del INEGI, denunció la presidenta del Consejo Supremo Hñahñu, en el marco del Día Internacional de la Mujer Indígena.
Es triste ver que 42.6% de la población indígena que en el último año solicitó información sobre algún trámite, servicio o programa de gobierno, le negaron la información o no le explicaron; además de que el 18.3% de las mujeres recibe menos paga respecto a un hombre por realizar el mismo trabajo.
Esto es preocupante, mencionó la dirigente Anayeli Mejía, si vemos que en Hidalgo aún viven en pobreza el 43.8 porciento de la población, según el Coneval, además aún persisten problemas sociales en la regiones indígenas, como lo es: la inseguridad y la violencia en el Valle del Mezqutial, la deforestación de los ecosistemas, el hacinamiento, la falta de planificación familiar, la falta de empleo, en las regiones de la Huasteca, la Sierra Otomí Tepehua y Sierra Gorda, dificultades que afectan directamente a las mujeres indígenas.
Necesitamos empoderar a las mujeres, máxime a quienes viven en comunidades indígenas que sufren de una triple discriminación, se les debe brindar seguridad para que puedan desarrollar una vida plena, y no dejar que las condiciones de violencia, que azota el Valle del Mezquital, se convierta en un campo fértil para la desintegración familiar.
No podemos permitir que el hacinamiento afecte el comportamiento así como la salud de los niños indígenas, además de que la falta de empleo ocasione la migración hacia las ciudades y abandono de sus territorios, y la destrucción de sus ecosistemas provoque el cambio climático.
Sabemos que en el año 2016 el INEGI modificó la metodología para medir el ingreso de los hogares en México, está es la herramienta estadística principal con la que el Coneval evalúa la pobreza, esto de manera unilateral y sin consulta previa, lo que lleva a un rompimiento con las series históricas de medición de la pobreza.
“De tal suerte, que, comparar datos estadísticos entre 2008 y 2018, es ocioso e irrelevante, y quienes lo han hecho, lo que han encontrado es que las condiciones de pobreza mejoran, principalmente en los estratos bajos, lo que hace sospechar que el cambio metodológico pueda tener incluso algún objetivo político” mencionó la ingeniero Mejía Reséndiz.
Finalmente la presidenta del Consejo Supremo Hñahñu, Anayeli Mejía, dijo, los esfuerzos no se deben escatimar tampoco los recursos, en el combate frontal a la brecha histórica que persiste en la vida de los Pueblos Indígenas, los Pueblos Originarios queremos conservar nuestra cultura, tradiciones, lengua materna, pero no queremos vivir con pobreza, abandono, y desigualdad social.
