Evo no puede volver a participar en elecciones: autoproclamada presidenta interina de Bolivia
- Jeanine Áñez indicó que el partido de Morales, Movimiento al Socialismo (MAS), debe elegir a otro contendiente.
En una rueda de prensa, Áñez dijo que “toda la convulsión social” que atraviesa Bolivia es consecuencia de la insistencia de Morales de postularse a un cuarto mandato y aconsejó al Movimiento al Socialismo (MAS), el partido del exmandatario ahora asilado en México, que busque otro candidato.
“El MAS tiene todo el derecho para participar en elecciones, que busquen candidatos. Evo y (el ex vicepresidente Álvaro) García Linera no pueden participar, no están inhabilitados”, afirmó Áñez.
Morales quedó habilitado para participar en las elecciones del 20 de octubre, calificadas de fraudulentas por la oposición, gracias a un fallo constitucional después de perder un referendo que le dijo “no” a su postulación no autorizada por la Constitución. Añez declaró la víspera que hará gestiones para anular ese fallo.
Morales recibió asilo político tras renunciar acorralado por las protestas sociales y la presión de las fuerzas armadas tras las elecciones calificadas de fraudulentas en las que buscaba un cuarto mandato.
En una rueda de prensa en el Museo de la Ciudad de México, llamó a un acuerdo nacional para pacificar a Bolivia con el apoyo de países “amigos” y señaló que está dispuesto a volver si el pueblo se lo pide.
Su partida no aplacó las protestas. Sus partidarios protagonizan manifestaciones con cortes de rutas en varias regiones para pedir el regreso de su líder. La violencia cobró 10 vidas desde que estallaron las protestas tras las elecciones del 20 de octubre, en las que la oposición denunció un supuesto fraude.
Áñez, que se autoproclamó presidenta interina del país andino, parece tener el respaldo de la Policía, el Ejército y la Iglesia.
La vida regresó a la normalidad brevemente el miércoles en la mañana, horas después de que Áñez asumió el poder. Los opositores a Morales celebraron ondeando banderas nacionales antes de levantar muchos de los bloqueos instalados en carreteras de todo el país.
Los comercios enrollaron las persianas metálicas que los protegían de los saqueos y el transporte público volvió a funcionar con normalidad en La Paz.
Pero más tarde se desataron violentos enfrentamientos entre leales a Morales y la policía de la capital que se extendieron hasta bien entrada la noche. Los seguidores del exmandatario también salieron a la calle en la ciudad de El Alto, cercana a La Paz y un bastión a Morales, con la bandera indígena multicolor y cantando “¡Ahora sí, guerra civil!”.
En el centro de La Paz, los manifestantes arrojaron piedras, arrancaron placas de metal y tablones de madera de obras para usarlos como armas y algunos prendieron cartuchos de dinamita. Policías antimotines respondieron con gases lacrimógenos mientras aviones de combate rugían en vuelos bajos sobre la multitud en una demostración de fuerza.
Este es un indicio de los retos que enfrenta Áñez, que era una legisladora de segunda línea hasta que se hizo con la presidencia alegando que la partida de Morales creó un vacío de poder.
La senadora tiene que lograr reconocimiento, estabilizar el país y organizar nuevas elecciones en el plazo de 90 días.
Con información de: https://elfinanciero.com.mx/