Estados se alistan para combatir la ofensiva del próximo gobierno
Nueva York y Washington., La legislatura estatal de California está realizando una sesión especial en preparación para la ofensiva antimigrantes que esperan de Donald Trump. La junta escolar en Chicago ha prometido que no permitirá que agentes migratorios tengan acceso a las escuelas, mientras a través del país, gobernadores, alcaldes y otros políticos estatales, locales y federales, entre otros, están afirmando que resistirán las redadas, detenciones y deportaciones masivas de inmigrantes que promete el próximo gobierno en Washington. Chicago es una ciudad santuario e Illinois es un estado inclusivo para inmigrantes, declaró el diputado federal Jesús Chuy Garcia a las comunidades que representa, recordando que es el primer migrante mexicano electo diputado en el Medio Oeste del país. PUBLICIDAD Yo seguiré trabajando con otros líderes electos, locales, estatales y con el gobernador para mantener nuestras comunidades y nuestro estado como un lugar donde los extranjeros son bienvenidos y respetados. No nos intimidarán ni bajaremos la guardia, indicó. En respuesta a las amenazas de Trump, y de quien será su zar fronterizo, Tom Homan, de que duplicarán la presencia de agentes en ciudades que se han declarado santuarios para indocumentados, el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, se comprometió a defender a todos los residentes de su ciudad contra ataques del próximo mandatario federal y su gobierno. Se calcula que 257 mil extranjeros sin documentos radican en Chicago. El gobernador de California, Gavin Newsom, convocó una sesión especial de la legislatura estatal a principios de diciembre para comenzar la promulgación de leyes aprobando más fondos para proteger a californianos ante deportaciones masivas y para defender a los llamados Dreamers –quienes ingresaron al país de manera irregular siendo menores de edad– antes del 20 de enero, cuando Trump llega a la Casa Blanca. California es inclusivo con las minorías El gobernador señaló que durante el primer periodo del magnate, el mandatario intentó suspender fondos federales al estado para obligar la modificación de leyes locales sobre migración y medio ambiente, a las cuales el republicano se oponía. El estado gastó más de 40 millones de dólares en defenderse de 122 demandas legales impulsadas por el entonces mandatario y aliados.
Este mes, la legislatura de California aprobará fondos para abogados encargados de “proteger los valores, la economía estatal, los derechos fundamentales, la libertad reproductiva, el derecho al agua y aire limpios y a las familias trabajadoras –incluyendo familias migrantes–”. Poco después de que Trump ganó la elección presidencial, el gobierno municipal de Los Ángeles votó por unanimidad reafirmar su definición de ciudad santuario para migrantes y la comunidad gay, y con ello prohibir que cualquier recurso de la ciudad sea empleado para operativos contra esas comunidades. Unos 950 mil residentes en Los Ángeles son indocumentados. Las ciudades de Filadelfia y Boston oficialmente han expresado que prohibirán el uso del erario municipal para perseguir a extranjeros cuyo ingreso sea irregular. En Boston, unos 173 mil son inmigrantes indocumentados; en Filadelfia, 47 mil.
En tanto, la gobernadora de Massachusetts declaró: absolutamente no se debe ayudar a Trump a realizar su ambición de deportaciones masivas, en entrevista con MSNBC. Después de que un reportero informó al alcalde de Denver, Colorado, Mike Johnston, que el zar fronterizo Homan mencionó que está dispuesto a arrestar a personas que obstaculicen las deportaciones masivas, el alcalde respondió que continuará protestando y estaba listo para ser encarcelado por ello. Si ocurren cosas que son ilegales o inmorales o no estadunidenses en nuestra ciudad, seguro que me manifestaré en contra, y esperaría que otros residentes hagan los mismo, comentó Johnston a la televisora local 9News. Los estudiantes no dejarán que saquen a nadie del aula Platiqué con unos estudiantes de preparatoria esta semana quienes estaban aterrorizados por todo esto. No creo que esos jóvenes se vayan a quedar parados y observar a tres de sus compañeros ser sacados de una clase de historia mientras los otros 27 se quedan quietos. No pienso que la gente de Denver o los estadunidenses harán eso en este contexto.
con información de https://www.jornada.com.mx/