Oh, las vacaciones de verano. Todos desean ir a la playa para broncearse en traje de baño y chapotear en el agua. Sin embargo, hay una enfermedad propia de estas fechas que podría echar todo a perder. ¿Ya la conoces?
El verano trae consigo altas temperaturas, que son las que nos motivan a meternos a la alberca, pero también pueden resultar en peligros que pasamos por alto. Por ejemplo, son las causantes de que la comida se eche a perder con mayor rapidez de lo normal y eso podría provocarnos diarrea.
Un artículo publicado por el Instituto Politécnico Nacional de México explica que las enfermedades gastrointestinales son más frecuentes en esta época del año y que, de hecho, son la segunda causa de enfermedades.
Incluso podrían ser particularmente peligrosas para los niños: «La enfermedad diarreica de un pequeño se puede controlar en casa cuando se le mantiene hidratado, pero si presenta signos como dejar de orinar, llorar sin lágrimas, cavidad oral seca y dificultad para respirar es importante acudir al servicio de emergencia para recibir atención inmediata», explica el pediatra Ubaldo Herrada.
Además de mantener tus alimentos refrigerados, no te olvides de resguardarlos del polvo y el aire pues el clima seco hace que las baterías vuelen e impregnen en la comida. Asimismo, procura no comer en los puestos de la calle y asegúrate de que la carne que comas esté bien cocida.
Con información de: https://www.vix.com
