Ciudad de México, 17 de mayo de 2016.- A partir de junio iniciará la primera fase del Sistema Universal de Salud en México, con el que un paciente será atendido en hospitales del IMSS, ISSSTE y en la Secretaría de Salud federal y sus sedes en los estados, sin importar a cuál de esas dependencias se encuentre afiliado.
Gabriel O´Shea Cuevas, titular de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud (CNPSS), anticipa la puesta en marcha de lo que se conoce como el Sistema Universal de Salud, que consistirá en el intercambio de servicios médicos para 700 enfermedades que han sido definidas y que constituyen las afecciones más comunes de la población mexicana.
Una vez que el Presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de Salud, José Narro, firmen —en breve— con los gobernadores el acuerdo de coordinación a nivel nacional, arrancará esa primera fase de atención en un cuadro de 100 intervenciones médicas, equivalentes a la atención de 700 padecimientos.
El funcionario explicó que los pacientes del Seguro Popular que no puedan ser atendidos en los hospitales de las secretarías de Salud federal o estatales serán transferidos incluso a instituciones del IMSS, del ISSSTE o viceversa, si es que tienen pancreatitis aguda, neuropatía diabética, por una cirugía de miomectomía, sustitución total de cadera y de rodilla, así como la atención al labio paladar hendido. La medida tiene implicaciones de gestión, como el acotar a los gobiernos estatales en la compra de medicamentos y de uso de los recursos del Seguro Popular.
“Sin duda, el hecho de intercambiar servicios en los próximos meses nos va a ayudar a cómo facturar, cómo enseñar a cobrar y nos va a enseñar a enviar pacientes a instituciones como son el IMSS, el ISSSTE, o a hospitales de la Secretaría de Salud”, expuso O´Shea Cuevas.
Agregó que al mismo tiempo se aprovechará y compartirá la infraestructura existente, el equipamiento médico y se disminuirán los costos.
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