En el ISSSTE se trabaja para detectar enfermedades tiroideas
Pachuca, Hgo., febrero 21 de 2016.
El servicio de la especialidad de endocrinología opera desde hace 18 años en el Hospital General del ISSSTE “Columba Rivera Osorio”, en el que se atienden al mes en promedio 300 pacientes y al año aproximadamente 3 mil, por lo que hace algunos meses se fortaleció el servicio con la incorporación de un médico más.
El delegado del ISSSTE Hidalgo, Jorge Islas Fuentes, destacó lo anterior y detalló que en endocrinología, no sólo se atiende a las personas con diabetes, también a los pacientes que presentan enfermedades de la tiroides, por lo que preciso que en los últimos años, el diagnóstico de enfermedades asociadas se ha convertido en un tema recurrente en las consultas médicas.
Por ello, dijo, se han instrumentado acciones para difundir, orientar y en su caso detectar a tiempo, entre los 300 mil derechohabientes del ISSSTE en la entidad, padecimientos relacionados con la tiroides, para atenderlos oportunamente.
Mientras que Dolores Gutiérrez Contreras, endocrinóloga de ese servicio en el ISSSTE, recordó que en zonas montañosas, como en las sierra, hace muchas décadas era frecuente esta enfermedad, que hoy no se presenta, debido a que se instrumentaron acciones para el consumo de yodo e información sobre las enfermedades tiroideas.
«El bocio es una enfermedad que se caracteriza por el aumento persistente del tamaño de la glándula tiroides. Como muchas otras alteraciones, existen distintos tipos que básicamente pueden ser clasificados en dos categorías: el bocio difuso y los bocios nodulares», explicó la endocrinóloga.
La especialista comentó que la diferencia entre uno u otro tipo consiste en que mientras el bocio difuso se considera un aumento homogéneo de toda la glándula tiroidea, los bocios nodulares, están formados, como su mismo nombre lo indica, por diferentes nódulos que crecen y provocan un aumento de la tiroides, generando un incremento de su tamaño que no es regular.
Tal como indica la endocrinóloga Gutiérrez Contreras, existen diversas causas que pueden provocar el bocio, las cuales podrían ser clasificadas como causas benignas y malignas. En el primer grupo, se consideran varios motivos, como la carencia de yodo, anomalías congénitas del tiroides, procesos inflamatorios derivados de infecciones (tiroiditis aguda, subaguda y crónica), alteraciones inmunológicas, alteraciones de la hormonogénesis (la formación de las hormonas), y neoplasias benignas (tumores).
La endocrinóloga del Hospital General del ISSSTE, informó que el yodo es un elemento que se encuentra en la naturaleza y que es empleado por el cuerpo para sintetizar hormonas tiroideas; se consume en los alimentos y es almacenado por la glándula tiroides, para usarse cuando sea necesario.
Detalló la especialista que los síntomas de la deficiencia de yodo, están relacionados con hipotiroidismo y crecimiento de la glándula tiroidea, esto se asocia a somnolencia, cansancio, aumento de peso, piel y cabello secos, así como frecuencia cardiaca baja.
El bocio o crecimiento tiroideo generalmente no presenta síntomas si el crecimiento es pequeño, pero si el crecimiento es mayor, se asocia a cambios en el tono de voz, dificultad para pasar alimentos sólidos o líquidos.
La endocrinóloga María Dolores Gutiérrez Contreras consideró que consumir yodo en la dieta es la mejor manera de reponer esta deficiencia, los alimentos ricos en yodo son la leche, huevo, sal yodatada, rábanos, piña, champiñones, cacahuates, pescados y mariscos.
Advierte la especialista Gutiérrez Contreras que consumir yodo en grandes cantidades también es dañino para la salud y advirtió que los tratamientos para bajar de peso que traen sustancias estimulantes de la tiroides, ocasiona crecimiento tiroideal, lo que afecta a quienes ponen en práctica estos métodos peligrosos para aumentar el metabolismo.