Empieza en Bruselas fase oral por atentados en 2016
Bruselas, 05 de diciembre del 2022.- La fase oral del juicio por los atentados yihadistas en 2016 en Bruselas empezó este lunes en la capital belga, con uno de los principales acusados, Mohamed Abrini, amenazando con permanecer en silencio si no se suavizaban las condiciones de seguridad.
El belgo-marroquí, conocido como el «hombre del sombrero» –que el 22 de marzo de 2016 renunció a hacerse estallar en el aeropuerto de Bruselas– pidió poder hablar en el momento en que la presidenta de la corte aseguraba que este proceso no debía ser «una venganza de Estado».
«¡Hace siete años que sufro una venganza», lanzó Abrini.
Según él, las condiciones de traslado hacia el palacio de justicia son «lamentables», marcadas por los cacheos sin ropa, con los ojos vendados y «música satánica a todo volumen».
«Las cosas tienen que cambiar, si no me quedaré en silencio hasta el fin del proceso», advirtió el acusado, que en el juicio francés por los atentados del 13 de noviembre de 2015 había hablado mucho.
El 22 de marzo de 2016, dos yihadistas suicidas hicieron estallar explosivos en la sala de embarque del principal aeropuerto de Bruselas, en Zaventem. Simultáneamente un tercer yihadista hizo lo mismo en una estación del metro de la capital belga. En total, hubo 32 muertos y 340 heridos.
Estos atentados, reivindicados por el grupo Estado Islámico (EI), fueron perpetrados por la célula yihadista que ya había estado detrás de los ataques del 13 de noviembre de 2015 en París y el suburbio de Saint Denis, en los que murieron 130 personas.
Nueve hombres son juzgados, entre ellos Mohamed Abrini y el francés Salah Abdeslam, el único miembro todavía con vida de los comandos del 13 de noviembre y detenido en Bruselas cuatro días antes de los atentados de marzo de 2016. Un décimo acusado es juzgado en rebeldía, ya que se cree que murió en Siria.
«No es digno»
Tras el escándalo en septiembre por una cubículo que no estaba conforme al derecho europeo, este lunes las objeciones de la defensa se basaron en las condiciones drásticas de seguridad impuestas a los siete acusados detenidos.
«Todas las mañanas examinan los pliegues del ano de mi cliente. ¿Esto es digno? ¿Qué va a salir del ano de mi cliente? ¿Un revólver'», dijo Jonathan De Taye, abogado de Ali El Haddad Asufi.
El letrado anunció un requerimiento del ministerio de Justicia para obtener una flexibilización de las medidas.
Frente a los nueve acusados –dos de los cuales comparecen libres– sólo estaban presentes el lunes varias decenas de víctimas, del millar que reclaman una indemnización por perjuicio, según la fiscalía general.
Entre estas partes civiles figuran familiares o allegados de los 32 fallecidos y personas heridas por las explosiones o traumatizadas por «las escenas de guerra» vividas aquel día.
Seis de los diez acusados ya fueron condenados en el proceso en Francia por los atentados del 13 de noviembre. Abdeslam y Abrini fueron condenados a cadena perpetua.
Antes de las declaraciones de Abrini, uno de sus compañeros de cubículo, Osama Krayem, ya sembró dudas sobre la participación de los acusados en el proceso.
Este yihadista sueco de origen sirio, que acompañó al kamikaze del metro antes de dar marcha atrás, rechazó de nuevo el lunes ponerse en pie y responder a las breves preguntas del inicio de la sesión, como ya había hecho en la audiencia del miércoles cuando se seleccionó al jurado.
Está previsto que los acusados sean interrogados a partir del 19 de diciembre, y los primeros testimonios de las víctimas serán a partir de mediados de enero.
Todos los acusados, excepto uno, podrían ser condenados a cadena perpetua por «asesinatos e intentos de asesinatos terroristas».
Con información de: AFP