Resultados de la experiencia, los Aforismos de Emil Cioran se convierten -en la experiencia de “los otros”- en verdades irrefutables o cuando menos en metas trágicas por alcanzar.
Con Emil M. Cioran uno puede ver al cielo desde abajo y entender que se está mirando a un acantilado “al revés” y prender alcanzar ese cielo, es tener urgencia de lo peor
Y después de la lectura de “desgarradura” el ser humano reconoce que al mirarse en el espejo lo primero que debiera hacer es ruborizarse por formar parte de la nada, esa nada tan manoseada por filósofos indignos de ella.
En este libro “Desgarradura” “Los Aforismos de Cioran nos colocan ante la realidad mística-material como resultado de la lucha entre los seguidores del Arcángel Miguel y los secuaces del dragón…” dice la cita en el mismo libro.
En esta lucha celestial, -dicen- pelearon con fiereza ambos ejércitos; los del arcángel y los del renegado. Pero hubo un grupo que no participó. Fueron unos Ángeles, y mostrada su tibieza, –la de los ángeles- estos fueron condenados a vivir en la tierra, y se hicieron hombres, mujeres, seres humanos pues.
Luego entonces, los habitantes este mundo somos el fruto, el resultado de una vacilación, de una duda olvidada… de una tibieza. Somos resultado de una añeja incapacidad para decidir. Seríamos entonces hijos del No compromiso.
Quizá solo uno, a reserva de analizarlo. Tenemos un compromiso con nuestro miedo y por eso en este libro “Desgarradura” leemos, vemos, experimentamos y respiramos nuestro apego a cualquier causa, a cualquier verdad a cualquier bandera por insustancial que sea aunque para ello tengamos que colocarle antes, la palabra amor, vida, salud, éxito.
“Desgarradura”
*El dolor, al tiempo que nos mina, aumenta nuestro orgullo. Nuestro enemigo se encarga de nuestra defensa
*En los accesos de optimismo, me digo que mi vida ha sido un infierno, Mi Infierno, un infierno a mi gusto
