El Reto De La Regulación De Las Encuestas Es Inequívoco: Crear un contexto de exigencia que distinga la propaganda de la actividad demoscópica
21 mar 2015
El día de ayer concluyó el foro sobre El nuevo modelo de regulación de encuestas electorales, organizado por el Instituto Nacional Electoral en coordinación con el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, con el apoyo de la Asociación Mexicana de Agencias de Inteligencia de Mercado y Opinión Pública (AMAI) y el Colegio de Especialistas en Demoscopía y Encuestas (CEDE).
Los temas tratados en las cuatro mesas del foro y la conferencia magistral del especialista de la Universidad de Michigan, Michael Traugott, versaron sobre el análisis del nuevo modelo de regulación de encuestas, que luego de la reforma electoral de 2014 y de la aprobación de los lineamientos del INE para normar la publicación y realización de encuestas, tuvo cambios sustantivos con efectos para encuestadores, medios de comunicación, y autoridades electorales locales, principalmente.
De las ponencias del evento, en que participaron líderes de las casas encuestadoras más importantes del país y de las asociaciones de las que forman parte, académicos especialistas de reconocido prestigio, periodistas y Consejeros Electorales del propio INE, se pueden esgrimir las siguientes conclusiones generales:
- La nueva normatividad, aun con los cambios sustantivos derivados de la reforma electoral de 2014, mantiene como eje central de la regulación un régimen de transparencia, que se materializa mediante la difusión que hace la autoridad electoral de los estudios científicos que respaldan los resultados de las encuestas sobre preferencias electorales que son publicados por cualquier medio.
- En este sentido, la obligación central que establece la norma es que quienes publican encuestas sobre preferencias electorales deben entregar el estudio metodológico que respalda los resultados publicados, los cuales deben apegarse a los criterios generales de carácter científico aprobados por el INE. Es decir, la regulación se enfoca en quienes publican encuestas, y por otro lado en quienes las realizan.
- La gran novedad del nuevo modelo consiste en la nacionalización de la normatividad en la materia, es decir, que se homologan los criterios para la realización y publicación de encuestas en todo el territorio nacional y para encuestas de cualquier elección (ya sea local o federal). Esto resulta significativo si se considera que antes de la reforma, cada entidad tenía su propia normatividad en la materia, resultando muy disímiles entre ellas e incluso contradictorias.
- Otro cambio significativo del nuevo modelo discutido en el foro es el relacionado con la obligación de entregar a la autoridad, además del estudio científico que respalda resultados publicados, también el costo y patrocinador de la encuesta. Ahora podemos saber, no sólo quién realiza, solicita y publica las encuestas, sino también quién las paga y cuánto paga por ellas.
- Las encuestas tienen una creciente importancia en los procesos electorales. La información que ofrecen contribuye en la construcción de un voto informado, aunque su influencia tiene un efecto múltiple en la formación de preferencias; la opinión general durante el foro apunta a que el posicionamiento de un candidato o partido en las encuestas no se traduce automáticamente en más votos.
- Un reto consustancial para la regulación en materia de encuestas y el establecimiento de un contexto de exigencia, es la participación que deben tener distintos actores (observadores electorales, organizaciones civiles, analistas, académicos, especialistas en la materia, periodistas, etc.) para analizar, dilucidar, y ofrecer explicaciones sobre el desempeño de las encuestas y los resultados que ofrecen y cómo se publican.
- Por otra parte, el foro abordó el tema de las encuestas y los medios emergentes como un reto para la regulación, pero sobre todo implica un desafío para el compromiso del gremio de las encuestas para distinguirse de la multitudinaria publicación de resultados de preferencias electorales que no tienen base científica alguna, que no son verdaderas encuestas. En este sentido, se hizo énfasis en el compromiso del gremio con la creación de un piso mínimo de confianza, con el fin común de “atajar la charlatanería.”
- Finalmente, quedó patente que si bien en primera instancia los lineamientos de la autoridad electoral buscan reglamentar la difusión de encuestas electorales, lo que se petende a fin de cuentas es proteger y garantizar el derecho de los ciudadanos a contar con información lo más certera, fidedigna y legitima posible, que le sirva para normar su criterio y tomar su decisión ante las urnas.
El foro que tuvo lugar en el Auditorio Héctor Fix-Zamudio del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, se encuadra las actividades que el Instituto Nacional Electoral para propiciar espacios de diálogo, discusión y debate sobre el tema de las encuestas electorales, tan relevantes en las contiendas de la actualidad.