El papa Francisco habló con indígenas de Perú: «Los pueblos amazónicos nunca estuvieron tan amenazados como ahora»
- El Sumo Pontífice encabezó un acto en la ciudad de Puerto Maldonado, capital de la región de Madre de Dios. Habló de la minería y de las enfermedades que aquejan a esta población. «La amenaza contra sus territorios viene por la perversión de ciertas políticas sin tener en cuenta al ser humano», subrayó
19 de enero del 2018.- «Gracias por venir, porque lo necesitábamos«, le dijeron a Francisco apenas ingresó al recinto. Los pueblos indígenas de Perú forman parte de la agenda del Papa en su visita al país, que se extenderá hasta el 21 de enero y que se da en el marco de «uno de los momentos más críticos para la Amazonía«, según diversos líderes indígenas
Parte de la agenda de este viernes de Francisco se desarrolló en la ciudad de Puerto Maldonado, capital de la región amazónica de Madre de Dios, que atraviesa «su punto más crítico, como una herida de la Amazonía peruana«, aseguró el líder shipibo y presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), Lizardo Cauper.
Los problemas que aquejan a Madre de Dios van desde la deforestación, el tráfico de tierras, la minería informal, hasta las derivadas de estas actividades ilegales, como el trabajo infantil y la trata de personas.
«Probablemente los pueblos amazónicos nunca estuvieron tan amenazados como ahora«, enfatizó el Sumo Pontífice en su discurso ante los indígenas.
«Queridos hermanos y hermanas. Junto a ustedes me brota el canto de San Francisco: ‘Alabado seas mi Señor‘, alabado seas por la oportunidad de este encuentro. Quiero agradecer y saludar a todos los habitantes de Amazonía», comenzó.
He deseado mucho este encuentro. Quise empezar por aquí la visita a Perú
«He deseado mucho este encuentro. Quise empezar por aquí la visita a Perú. Gracias por ayudarnos a ver más de cerca. Permítanme una vez más decir ‘Alabado seas mi Señor’ por esta obra maravillosa del pueblo amazónico», siguió.
Y agregó: «He querido venir a escucharlos para estar juntos en el corazón de la Iglesia. Quiero reafirmar con ustedes una defensa de la vida, de la tierra y de las culturas. La amenaza contra sus territorios viene por la perversión de ciertas políticas sin tener en cuenta al ser humano«.
«Esta problemática provoca asfixia a su pueblo, inmigración de las nuevas generaciones ante la falta de alternativas locales. Hemos de romper con el paradigma histórico que considera a la Amazonía como una expensa inagotable para los Estados sin tener en cuenta a sus habitantes. Propongo tener espacios de diálogos con los pueblos nativos. Un diálogo intercultural en el cual ustedes sean los principales interlocutores«.
El reconocimiento y el diálogo serán el mejor camino para transformar las históricas relaciones marcadas por la discriminación
«El reconocimiento y el diálogo serán el mejor camino para transformar las históricas relaciones marcadas por la discriminación. Ustedes con su vida son un grito a la conciencia de un estilo de vida que no logra dimensionar los costes del mismo. La defensa de la tierra no tiene otra finalidad que no sea la defensa de la vida«, subrayó el Papa.
Además, sostuvo: «La amenaza contra sus territorios también viene por la perversión de ciertas políticas que promueven la conservación de la naturaleza sin tener en cuenta al ser humano. Sabemos de los sufrimientos que algunos de ustedes padecen por la contaminación de su medio natural«.
Francisco se refirió a distintas problemáticas que afectan a los pueblos originarios: la trata de personas, la mano de obra esclava y el abuso sexual. «La violencia contra las mujeres es un clamor que llega al cielo«, señaló.
Sabemos de los sufrimientos que algunos de ustedes padecen por la contaminación de su medio natural
Por último, pidió: «No nos hagamos los distraídos ni miremos para otra parte. Hay mucha complicidad. Todos los esfuerzos que hagamos por mejorar la vida de los pueblos amazónicos serán siempre pocos. Son preocupantes las noticias que llegan del avance de algunas enfermedades. Asusta el silencio porque mata. Pedimos a los Estados que se implementen políticas de salud interculturales«.
Representantes de los indígenas expusieron ante el papa Francisco las «muchas crueldades e injusticias» que sufren los «hermanos indígenas» y pidieron que los defienda, durante su encuentro en Puerto Maldonado en la selva amazónica peruana.
En el Coliseo de Puerto Maldonado donde se concentraron cerca de 4.000 indígenas para encontrarse con el papa en el acto central de su visita a Perú, Héctor Sueyo y Yésica Patiachi, del pueblo originario de Harakbut, expusieron una dramática situación.
Sus palabras fueron recibidas con los aplausos de los cerca de 4.000 representantes indígenas que llenaron el Coliseo de Madre de Dios para el encuentro con Jorge Bergoglio.
«Nuestros hermanos indígenas de varias regiones de la Amazonía sufren por las explotaciones de nuestros recursos naturales. En la actualidad muchos foráneos invaden nuestros territorios: los cortadores de árboles, los buscadores de oro, las compañías petroleras…», comenzaron así su relato.
Relataron cómo les ha cambiado la vida la llegada de las industrias mineras y petroleras.
«Entran a nuestros territorios sin consultarnos y nosotros sufriremos mucho y moriremos cuando los foráneos perforen la tierra para sacar el agua negra metalizada, sufriremos cuando envenenen y malogren nuestros ríos convertidos en aguas negras de la muerte«, continuaron.
Recordaron la llegada al pueblo de Harakbut, de Apaktone (anciano padre sabio), como llamaban al misionero dominico José Álvarez Fernández, que llegó, dijeron: «Cuando estábamos desapareciendo».
«Y por eso ahora le pedimos que nos defienda», le exhortaron.
Pidieron educación para sus hijos, para que no sufran discriminación, pero no que la escuela borre sus tradiciones y su sabiduría ancestral.
Expresaron su miedo porque los que son de otros lugares y nunca han vivido aquí quieren hacerlos desaparecer.
Y lanzaron su preocupación por lo que le está sucediendo a la tierra debido al cambio climático. «Por todo esto, el cielo está muy molesto y llora porque estamos destruyendo nuestro planeta. Si no tenemos alimento, moriremos de hambre».
Otro testimonio fue el de María Luzmila Bermeo, de 64 años, indígena awajún que venía de Condorcanqui de la Amazonia peruana que explicó que la Amazonia «contaba con costumbres buenas, los padres formaban a sus hijos en los buenos valores», pero que ahora muchos jóvenes los han perdido «y están aprendiendo vicios y malas costumbres que afectan a toda la comunidad«.
María Luzmila Bermeo denunció que ha habido un abuso de la naturaleza y que se han matado a los peces y talado arboles, cazado muchos animales, contaminando los ríos con minería, sacando oro de los ríos, explotando el petróleo.
Llamó a «que las autoridades ayuden a conservar los bosques, para mantener nuestro ambiente limpio y respirar aire puro, como cuando yo era pequeña».
Con información de: https://www.infobae.com