Ecologia

El pájaro carpintero

Los pájaros carpinteros (picos o picamaderos) están perfectamente adaptados a la vida en el bosque. Hay muchas especies diferentes, que se encuentran en casi todos los bosques en todas las estaciones. Con frecuencia, es más fácil escucharlos que verlos. Usando sus poderosos gruesos picos, los pájaros carpinteros repiquetean en los troncos de los árboles, haciendo agujeros por donde conseguir insectos perforadores de la madera.

Las patas de la mayoría de estas aves tienen dos dedos apuntando hacia adelante y dos hacia atrás, lo que les permite asirse facilmente a troncos verticales. Tienen colas cortas y rígidas, que pueden usar como apoyo cuando son presionadas contra el árbol. Debido a estas adaptaciones especiales, los pájaros carpinteros son muy eficientes en cuanto a localizar y capturar sus presas, los insectos del tallo.

Cuando están buscando alimentos, los pájaros carpinteros se posan sobre los troncos y escuchan atentamente, tratando de oir el ruido producido por algún insecto que se mueve justo debajo de la corteza. Cuando detecta un insecto, el pájaro carpintero rápidamente perfora la corteza y usa su larga lengua para extraer su presa. La mayoría de ellos busca insectos tanto en coníferas como en árboles deciduos. Varias especies prefieren buscar en árboles muertos que permanecen de pie, ya que en ellos siempre hay una gran cantidad de insectos taladradores de la madera.

Pero los pájaros carpinteros no solamente ayudan a los bosques al consumir muchos insectos plagas, como los escarabajos de la corteza, sino que también proveen agujeros para el anidamiento de otros animales. Estos hoyos, hechos cuando los pájaros carpinteros buscan alimentos, son especialmente importantes para las aves canoras, y son constantemente buscados como lugares para anidar. También las ardillas rojas (Sciurus vulgaris – Sciuridae) y las voladoras de Norteamérica (Glaucomys spp. Sciuridae) compiten por el uso de estos agujeros. Por desgracia, es frecuente que los humanos eliminen los árboles muertos del bosque, que son árboles que tienen la mayor cantidad de estas cavidades.

Pero no todos los pájaros carpinteros buscan insectos de la misma manera. Algunas especies carecen de la cola rígida que les permite posarse verticalmente sobre los troncos de los árboles. El carpintero tuercecuello (Jynx spp.) es una de estas especies; en lugar de ascender por los troncos, ellos descienden al suelo para alimentarse en los nidos de hormigas, y pueden atrapar hasta más de 100 hormigas con una simple pasada de su larga lengua.

Los carpinteros chupadores de savia («chupasavias») tienen su propia manera ingeniosa para atrapar insectos. Hacen agujeros en los árboles como los demás pájaros carpinteros, pero solamente en árboles vivos y productores de savia. Hacen numeros pequeños agujeros cuadrados en tales árboles y dejan que la savia empiece a gotear. Este líquido dulce atrae insectos, los cuales quedan atrapados y los pájaros carpinteros chupadores de savia se comen tanto los insectos como la savia.

Algunas especies de pájaros carpinteros ni siquiera se alimentan de insectos. Los pájaros carpinteros belloteros (Melanerpes formicivorus) se alimentan, precisamente, de bellotas. Ellos cavan hoyos en árboles pero no para atrapar insectos sino para almacenar nueces. Pueden almacenar cientos de bellotas en numerosos pequeños agujeros en un solo árbol. Sin embargo, estos inusuales hábitos alimenticios son practicados por una minoría de las especies de pájaros carpinteros.

Los pájaros carpinteros también hacen agujeros especialmente para sus nidos, y tienen más cuidado con sus agujeros de anidamiento que con los que hacen para alimentarse. Usualmente anidan en árboles muertos, y tratan de agujerear lo más silencioso posible para evitar llamar la atención de potenciales depredadores. En algunas áreas, los pájaros carpinteros han desarrollado procedimientos de anidamiento muy elaborados para lidiar con las características particulares de un bosque.

En bosques en que normalmente ocurren pequeños incendios, los pájaros carpinteros anidan en árboles vivos, que no arden tan fácilmente como los muertos y, por lo tanto, ofrecen algo más de protección. Sin embargo, estos árboles vivos exudan una savia espesa y de fuerto olor por cualquier herida que se haga en las capas externas de sus troncos. Esto evita que las aves hagan unos nidos satisfactorios por lo que los pájaros carpinteros se ven obligados a hacer sus nidos en partes inferiores y de corteza más gruesa del tronco, donde hay suficiente espacio de anidamiento fuera de la capa productora de savia. Pero anidar más bajo significa que son más vulnerables ante depredadores como las serpientes, las que pueden subir por los troncos para robarse los polluelos de los nidos. Los pájaros carpinteros protegen sus jóvenes de estas amenazas haciendo agujeros pequeños alrededor de la entrada al nido, los cuales exudan savia sobre el tronco. Esta savia impide que los depredadores suban hasta el nido. Estas técnicas especializadas de anidar y búsqueda de alimento ha estado desarrollándose durante miles de años.

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