El FCE voltea hacia el norte: proyecta extender su presencia en EU y Canadá
Ciudad de México, 30 de diciembre del 2024.- El Fondo de Cultura Económica (FCE) voltea hacia el norte y proyecta extender su presencia en Estados Unidos, e incluso Canadá, como uno de los puntos centrales de su plan de trabajo en el ámbito internacional para esta nueva administración sexenal.
Así lo adelantó a La Jornada Marco Barrera Bassols, coordinador de Vinculación Internacional de esa casa editorial del Estado mexicano, quien, tras apuntar que es un tema analizado desde hace meses, señaló que la consecución de ese propósito requiere de alianzas con instancias públicas y privadas de Estados Unidos y centros culturales que trabajan con los latinos en ese país, para el financiamiento que se necesita.
También se proyecta consolidar sus subsidiarias en Sudamérica y fortalecer su estancia en la región central del continente.
No podemos desde San Diego (California, donde hay una librería del FCE) tener una política para una nación tan grande y compleja, donde hay latinos y mexicanos viviendo en diversas regiones y estados, como Chicago, Nueva York, Florida, California. El Fondo solo no puede, no tiene recursos para eso, es muy caro, reconoció y apuntó que han sostenido pláticas en ese sentido con el ministro de Cultura de Colombia.
Si no hay alianzas, será muy difícil, reafirmó para luego señalar que el primer acercamiento de lo que puede ser una política distinta en Estados Unidos fue la alianza con el Instituto de los Mexicanos en el Exterior para instalar hace años pequeñas bibliotecas en 50 consulados.
Citó como ejemplo de las instituciones estadunidenses con las cuales el FCE puede aliarse para establecer algunas de sus librerías al Museo Nacional de Arte Mexicano, en Chicago, o el Instituto de Arte de San Francisco, donde hay un mural de Diego Rivera y que recién fue comprado por la viuda de Steve Jobs, Laurene Powell Jobs.
De cara al inminente comienzo del segundo mandato presidencial de Donald Trump en el vecino país del norte, para el también museólogo, museógrafo e historiador son muy importantes las acciones culturales que apoyen el programa de emergencia lanzado en defensa de los migrantes mexicanos y latinos: No basta sólo defenderlos jurídicamente: hay que cohesionarlos, y la cultura, la lectura y el libro pueden ayudar notablemente a hacerlo. Pienso que el Fondo debería hacer con instituciones de Estados Unidos ediciones bilingües para tender puentes en esas familias de origen latino rotas por el idioma, donde el abuelo o los padres hablan español y los hijos o nietos, inglés.
Luego de recalcar que también se necesita llegar con más contundencia al ámbito académico estadunidense, Barrera Bassols resaltó la importancia que el FCE dio a sus subsidiarias en el extranjero durante la administración del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, algo que no se hacía desde hace muchos años. Destacó que, de 2019 a 2024, se pasó de 10 a 23 librerías, además de que en enero se inaugurará una más en Chile, en la Universidad de Concepción, con la que esa casa editorial suma ya cuatro en el país andino, cuando al inicio de la gestión era sólo una.
Labor de saneamiento
El funcionario mencionó que la prioridad al iniciar en 2019 la gestión de la anterior administración del FCE, encabezada por el escritor Paco Ignacio Taibo II –quien fue ratificado en el cargo por la presidenta Claudia Sheinbaum–, la prioridad en el plano internacional era el saneamiento de las subsidiarias.
En un principio fue sanear lo que ya había, sin meternos a modificar la operación. Con todo, en estos seis años (de 2019 a 2024) se vendieron o se pusieron en manos de los lectores (de América Latina) más de 6 millones de libros, lo cual se dice fácil, pero no lo hace ninguna editorial, agregó.
Insisto: no se modificó el funcionamiento ni la operación; es decir, la casa matriz produce los libros, los manda a las subsidiarias, éstas los reciben, los distribuyen y los venden, y de ahí sale un recurso que apenas empieza a llegar a México. Cuando llegamos, a finales de 2018, las subsidiarias mandaron 2 mil 800 dólares de regreso, o sea que México regalaba libros. Ahora estamos llegando a casi un millón de dólares. Entonces, quiere decir que saneamos a la mayoría de las subsidiarias, aunque hay mucho por hacer. A seis años, apenas nos estamos cuestionando ese esquema y cómo modificamos esa relación. Es decir, ¿qué esperamos de las subsidiarias? Que paguen todos los libros que les mandamos o sólo los que venden.
Aseguró que, en la actualidad, todas las librerías del FCE en el extranjero son autosuficientes, producto de sus ventas: Hay que recordar que el fondo no es una institución con fines de lucro. Entonces, son las dos cosas balanceadas: que sea sano financieramente, y sobre todo que se amplíe su presencia internacional.
Para Barrera Bassols, las metas conseguidas en el anterior sexenio adquieren mayor dimensión si se toman en cuenta las condiciones complejas de ese lapso, como la pandemia de covid; los golpes de Estado en Brasil, Bolivia y Perú; los cambios de gobierno e ideología política en Brasil, Chile, Perú, Ecuador, Guatemala y Argentina, así como las crisis políticas y diplomáticas con Perú y Ecuador, además de las guerras en Asia y Europa.
A su decir, en esta nueva gestión en el FCE, más que seguir creciendo en número de subsidiarias, lo importante es consolidar lo hecho en los seis años pasados. Aun así, adelanta, se explora la posibilidad de abrir una en Uruguay, una en Panamá y otra en Honduras. Estas dos últimas, agrega, son parte de una estrategia para fortalecer la presencia del sello en Centroamérica, que es muy débil, porque es difícil el mercado; sí distribuimos y estamos presentes, tenemos programas de fomento a la lectura, hay proyectos con distintos países, pero a esa región hay que meterle mucho.
Con información de: https://www.jornada.com.mx/