25 de abril de 2016.- Para el director general de Petróleos Mexicanos (Pemex) está claro que el éxito o fracaso de las metas comprometidas con la reforma energética, al menos en materia de producción de petróleo y gas en el corto y mediano plazos, no dependen únicamente de lo que haga la empresa que dirige, sino de socios dispuestos a ir de la mano con la petrolera.
En entrevista con EL UNIVERSAL, José Antonio González Anaya aseguró que sólo “en la medida en que seamos exitosos con las alianzas con otras petroleras hay posibilidades de estabilizar y aumentar gradualmente la producción de hidrocarburos en los próximos años”.
El funcionario subrayó la necesidad de encontrar “pronto” socios para evitar problemas futuros y adelantó que en diciembre estos procesos se van a hacer más públicos.
El proceso interno se inició antes de que llegara, explicó González Anaya, y lo estamos acelerando.
El comentario del funcionario va en línea con los que se determinó en la Sesión 900 Extraordinaria del Consejo de Administración de Pemex del pasado 26 de octubre de 2015, reunión encabezada por el presidente de dicho consejo y secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, quien urgió a tener todo listo para que los farmouts y asociaciones puedan licitarse en la cuarta convocatoria de la Ronda Uno, programada para diciembre de este año.
El director de Pemex comentó que hasta el momento no existen nombres de las empresas que pudieran llegar a trabajar conjuntamente con Pemex.
Explicó que la estrategia de la empresa es primero resolver su situación financiera en el corto plazo, y en el mediano y largo plazos enfocarse a resolver el asunto de la producción, que se ha complicado.
El año pasado, en el Road Show de Pemex en Nueva York, se presentó una proyección que sustentaba que con las asociaciones era posible aumentar la producción de petróleo crudo en 330 mil barriles diarios hacia 2022, partiendo de la base de una producción de 2 millones 266 mil barriles.
Sin embargo, la meta hacia 2017 está por debajo, 2 millones 28 mil barriles y eso significa que se va a requerir un aumento de la producción de 572 mil barriles diarios para alcanzar la meta y en menor tiempo.
¿Eso es posible?
—Pemex enfrenta un reto importante de corto plazo y las medidas de apoyo por parte de Hacienda sumadas al programa de ajuste de los 100 mil millones de pesos que anunciamos hace un mes dan una base sólida para moverse a lo que llamo una gran oportunidad de mediano y largo plazos.
Esto es utilizar la flexibilidad que le da la reforma energética para enfrentar los retos y esto que significa: las alianzas, los farmouts, todo este tipo de figuras que ahora Pemex puede hacer para mejorar su capacidad de producción y su eficiencia.
Tenemos estas oportunidades y las tenemos que poner en marcha, tenemos que acelerar su implementación y en eso nos hemos venido abocando, precisamente para mejorar estas metas hacia adelante.
En materia de producción, ¿qué esperamos hacia finales de la administración?
—Están las metas que tienen los Precriterios de política económica y retomo mi tema recurrente: en el corto plazo el reto financiero y en el largo y mediano plazos la gran oportunidad, en la medida en que seamos exitosos logrando estas alianzas hay mayores posibilidades de estabilizar y gradualmente aumentar la plataforma de producción, porque pensemos que lo que está ocurriendo es que tenemos un par de yacimientos grandes que van en declinación y para mantener la plataforma tenemos que aumentar la producción en otros lados.
No es una tarea fácil y no es un reto menor, pero vamos a ir viendo cómo se desarrollan estos proyectos que tienen un tiempo de maduración.
Además, el programa de ajuste lo hicimos pensando en centrarnos en la producción que es rentable a 25 dólares por barriles, que es el que se mantiene en línea y produciendo, que son los principales activos.
González Anaya reiteró la necesidad de acelerar el proceso de asociaciones, “porque si el próximo año no tenemos nada en concreto vamos a tener serios problemas”.
¿Pemex ha tenido acercamiento con empresas petroleras dispuestas a asociarse?
—No, existe un enorme interés hacia México y para hacer alianzas con Pemex, así que va a ser un proceso nuevo, va a ser un proceso en el que vamos a tener que trabajar hacia delante con mucha intensidad y es bien importante que logremos estos avances, como lo hacen todas las compañías petroleras del mundo que tienen este tipo de arreglos y Pemex no puede ser la excepción.
¿Hay algunos nombres de los interesados?
—No, estos se van a ir dando a conocer conforme vayan ocurriendo, pero las compañías internacionales están interesadas. Las compañías petroleras en general buscan un socio del país a donde van, en todos lados y México no es la excepción, además de que Pemex es un gran socio porque lleva invirtiendo en el sector 75 años.
¿Qué indicadores se mejoran con los apoyos financieros de Hacienda y los ahorros generados por el cambio en el régimen fiscal a Pemex?
—El programa de apoyo tiene dos componentes: primero, los 73 mil millones más los 15 mil millones que obtuvimos de la banca de desarrollo nos lleva a un total de 88 mil millones, que son para pagar a proveedores (la cual llegó a ser de 147 mil millones de pesos), “pero al final del año vamos a tener un acervo de deuda de proveedores, si no hacemos nada adicional, de 58 mil millones de pesos. Es una cifra razonable para Pemex dadas sus operaciones. En 2014, esta cifra fue cerca de 67 mil millones de pesos y era manejable.
Así que el primer componente nos permite resolver el tema de los proveedores. La segunda parte, el cambio en el régimen fiscal, que en términos prácticos significa ponerle un piso al régimen fiscal nuevo, nos da un alivio, a Pemex, de 50 mil millones de pesos y esto lo que va hacer es reducir las necesidades de financiamiento.
Vamos a tener que contratar menos deuda, de manera que en ambos casos, lo que se está buscando es mejorar la estructura de capital y la trayectoria de endeudamiento hacia adelante.
Al 31 de diciembre de 2015, el pasivo total de la petrolera ronda los 3 billones 106.9 mil millones de pesos.
Respecto a la liberalización de las importaciones de gasolinas y diesel, el director de Pemex aseguró que la empresa petrolera va a poner a disposición de las empresas importadoras toda la infraestructura disponible con que cuenta, con precios accesibles, “porque queremos abrir una competencia sana y que Pemex sea un competidor amigable”. Aquí lo importante es que cambió el panorama energético del país y Pemex va a dejar de ser el único jugador en el mercado energético, aunque va a seguir siendo un protagonista importante, agregó.
“Pemex va a ser un competidor amigable, va a promover la competencia porque tenemos enormes ventajas, por eso estamos en pláticas para usar parte de la infraestructura que tenemos en el país”.
José Antonio González Anaya dijo que Petróleos Mexicanos tiene 42 mil kilómetros de ductos para importar gasolinas y se van a utilizar con un precio justo para que puedan mejorar las condiciones de todos.
¿De la reunión que tuvieron en New York con banqueros, inversionistas firmas calificadoras, hubo algún arreglo?
—Lo importante de este viaje son varios mensajes: el primero es que hicimos una investigación somera, desde hace dos décadas que no iban el director de Pemex y el titular de la Secretaría de Hacienda a juntarse con inversionistas y con miembros del sector financiero.
Tuvimos varias reuniones, una muy grande con más de 160 inversionistas y el propósito de la reunión fue platicarles y decirles qué estamos haciendo; enfrentar el reto financiero de corto plazo y la gran oportunidad de largo plazo.
El reto de corto plazo lo enfrentamos con este ajuste de los 100 mil millones de pesos y estas medidas de apoyo del gobierno federal, nos permiten consolidar una base sólida para ir caminando hacia adelante.
¿La falta de un acuerdo en materia de producción entre países productores cambia las expectativas que se plantearon en 2017, sobre todo en los precios que se fijaron en los Precriterios?
—Predecir el precio del petróleo para cualquier gente ha probado ser notoriamente difícil, cuando entramos el precio estaba muy cerquita de 20 dólares, hoy está justo arribita de 30.
Lo importante creo, en el caso de México como productor de petróleo, es que somos un tomador de precio y la clave es tomar el precio y tomar las medidas sobre el precio que se da en el mundo.
Nosotros hicimos el ajuste con un precio del petróleo de 25 dólares, que es un precio, dado el nivel actual, razonable y conservador.
Hacia delante, conforme van pasando los meses es difícil, pero el precio que se mandó en Precriterios es el que se prevé en este momento, pero la aprobación del precio del petróleo al final lo va a tomar el Congreso de la Unión en noviembre.
Lo importante para nosotros en Pe tróleos Mexicanos es saber el rango del que tenemos ahorita y tomar las medidas necesarias para ser una empresa productiva y eficiente frente a esta nueva realidad, eso es lo que estamos haciendo.
Con todo los que ha estado ocurriendo, ¿podría ser un sexenio castigado para Pemex?
— No, yo veo al sector petrolero y a Pemex con optimismo.
La Reforma Energética es una reforma de largo alcance y de enorme calado y le da a Pemex la enorme oportunidad de ser mucho más flexible para poderse convertir en una empresa, en el tiempo, más competitiva, más eficiente y más productiva en beneficio del país.
Noé Cruz Serrano y Mario Alberto Verdusco | El Universal
