Un chequeo médico es indispensable al menos una vez al año. Sin embargo, ante la terquedad o la desidia de cualquiera, el cuerpo encuentra formas naturales de manifestar cuando algo está mal.
Una de las primeras señales de preocupación puede ser percibida a través del color de la orina, así como la sensación que se tiene cada que es desechada.
Aunque no tengas síntomas de dolor, la orina puede revelarte el momento de acudir al médico. Sólo debes fijarte en su tono recurrente. Presta atención a la guía usual que emite la Canadian Urological Association (CUA).
Ámbar
A menos que sientas ardor, no hay nada de qué preocuparse. Eso sí: idealmente el color debe ser de transparente a amarillo claro. Si tu orina es ámbar debes tomar más agua indiscutiblemente
Café
Aquí comienzan los problemas. Si tu orina es café, se habla de una deshidratación avanzada o de una enfermedad hepática. Deberás hacer conteo de otros síntomas (en conjunto con tu doctor) para encontrar una solución.
Rosado o rojo
Presencia de sangre. Se habla de una lesión y/o enfermedad particular en la uretra, o en la próstata en caso de los pacientes masculinos.
Verde
Es extremadamente raro que la orina llegue a tomar esta tonalidad. No obstante, es un indicador recurrente cuando se habla de enfermedades de trasmisión sexual como gonorrea o clamidia.
También puede volverse de este tono si tuviste una infección urinaria que nunca se atendió o diagnosticó bien.
Cabe mencionar que debes estar atento a la consistencia de tu orina cuando cambies de alimentación. Si tu orina se siente viscosa, probablemente una deficiencia importante de proteínas y/o un exceso de azúcar.
Por otra parte, si es muy espumosa, se habla de un potencial problema de retención y/o exceso de proteínas. Ante cualquier duda para un caso en particular, no dudes en consultar a tu urólogo de confianza.
Con información de: https://www.vix.com/es/salud
