Washington, 25 de julio del 2019.- La Administración de Donald Trump propinó este jueves un nuevo golpe a Nicolás Maduro al sancionar a los tres hijos de su esposa, Cilia Flores, por haber haberse lucrado de forma ilegítima con un programa de ayudas a la alimentación en un momento de máxima penuria para la población venezolana. Se trata de Walter, Yosser y Yoswal Flores, a los que el Tesoro estadounidense, entidad que articula estas sanciones, se refiere como «Los Chamos». Las autoridades del país norteamericano han actuado también contra el empresario colombiano Álex Nain Saab como cerebro de este fraude, a golpe de inflar los precios.
Las penalizaciones afectan, en concreto, a 10 individuos y 13 entidades implicados en la trama que ya no podrán llevar a cabo ningún tipo de operación financiera ni en Estados Unidos ni en países que tengan relaciones financieras con Estados Unidos, es decir, la mayor parte del planeta. Este tipo de sanciones implican una suerte de muerte civil para quien las sufre, explicó en conferencia telefónica un funcionario de la Administración estadounidense.
El caso afecta al programa de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, comúnmente conocidos bajo las siglas CLAP, y que según el Tesoro también sirvió para el lavado de dinero por parte de Álex Saab. Según el Tesoro, este empresario empezó a «explotar» de forma corrupta sus contactos con el régimen chavista desde, al menos, 2009 para obtener contratos gubernamentales sobrepreciados. Ese año, junto a Enrique Pulido Vargas, se adjudicó la construcción de 25.000 viviendas en Venezuela por un precio «tres o cuatro veces superior al coste real» del edificio, destinado a las familias más desfavorecidas. En 2011, Saab concedió a los hijastros de Maduro y a un primo de estos, Carlos Erica Malpica Flores, contratos que servían para lucrarles.
Estas nuevas sanciones tienen lugar recién cumplidos los seis meses desde que Juan Guaidó se juramentó como nuevo presidente interino de Venezuela con el fin de convocar elecciones y finiquitar el régimen de Maduro. Estados Unidos lo reconoció inmediatamente, seguido por Canadá, varias potencias latinoamericanas y europeas. Más de medio centenar de países lo ha hecho, pero el líder chavista sigue enrocado en el poder. Fuentes del Gobierno de Trump insistieron este jueves en que Maduro tiene cada vez menos tiempo de aceptar «la oferta generosa que EE UU le ha hecho» para abandonar el mando de forma pacífica.
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