Contrastó el ambiente con lo que ocurrió el lunes, cuando Estados Unidos reiteró la posibilidad de que México se convierta en tercer país seguro, a lo que México se niega rotundamente.
“No haremos ni aceptaremos el tercer país seguro. Ellos lo saben. Nosotros vamos a seguir adelante con la política que se ha diseñado, vamos a seguir en esa dirección”.
En el encuentro participaron, por parte de Estados Unidos, además de Pence, el secretario de Estado Mike Pompeo, el secretario de Seguridad Nacional Kevin McAleenan, el yerno del presidente Donald Trump, Jared Kushner, y el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, entre otros.
Por parte de México, además de Ebrard estuvo la embajadora Martha Bárcena, el comisionado en migración Francisco Garduño, así como el vocero de Cancillería, Roberto Velasco.
Ebrard subrayó que México planteó, en el tema de migración, “respeto” y que la estrategia mexicana “ha dado resultados muy importantes para que los flujos migratorios se den de acuerdo a la ley y, por tanto, se ha notado un descenso muy significativo”.
McAleenan planteó la posibilidad de un acuerdo tipo tercer país seguro, a lo que Ebrard respondió señalando que “estamos a casi 90% del objetivo principal” en la reducción del flujo irregular de migrantes, que la tendencia a la baja es “irreversible” por lo que México no considera necesario un pacto así.
Ebrard destacó además que México no sólo llegó con el tema de migración bajo el brazo, sino que defendió la necesidad de que Estados Unidos controle el flujo ilegal de armas de ese país al nuestro y que terminan en manos de la delincuencia.
En ese sentido, habló de la creación de un grupo binacional que mes con mes evaluará cuántas armas de Estados Unidos ingresaron ilegalmente a México y cómo entraron.
Rechazó que en el encuentro Estados Unidos haya retomado la amenaza de imponer aranceles a las importaciones mexicanas.
Cuestionado sobre su breve saludo con Trump, aseveró que el mandatario se mostró “amable, positivo, agradecido con México” por el esfuerzo que se está haciendo para contener la migración irregular.
La Casa Blanca difundió un comunicado sobre la reunión, realizada al cumplirse el plazo de 90 días que había dado Estados Unidos a México para reducir el flujo de migrantes, so pena de imponer aranceles.
En el texto, se señala que Pence reconoció “los pasos significativos y sin precedentes” que ha dado México para “frenar el flujo de la migración ilegal a la frontera de Estados Unidos”, y alabó el despliegue de la Guardia Nacional.
Añade que “los líderes acordaron que si bien ha habido progresos, queda trabajo por hacer para reducir más el flujo de migrantes indocumentados a Estados Unidos”.
Asimismo, indica que ambas partes acordaron “implementar el Protocolo de Protección a los Migrantes a su máxima extensión posible”. Dicho protocolo implica que los migrantes que buscan solicitar asilo en Estados Unidos esperan en México mientras se resuelven sus procesos.
Con información de: https://www.eluniversal.com.mx/