México, 11 de agosto de 2016.- Debido a fisuras en la legislación, a que las víctimas no completan los procesos de denuncia y falta de preparación de autoridades, los delitos cibernéticos resultan impunes.
Fraude, clonación de tarjetas y acoso cibernético son los principales ilícitos de este tipo, aunque existen numerosas dificultades para combatirlos, de acuerdo con expertos.
“Los delitos informáticos son sinónimo de impunidad porque no se sabe cómo meterlos a la cárcel, sí se quiere meterlos pero no se sabe cómo”, explicó Julio Téllez, catedrático de la UNAM experto en delitos informáticos.
“Tenemos leyes insuficientes, y las que tenemos las autoridades no las saben aplicar. No tenemos Ministerios Públicos especializados en estos temas, ni jueces especializados”, agregó el investigador.
Parte de las competencias de la Unidad de Ciberdelincuencia de la Ciudad de México es la de monitoreo de redes, realización de pláticas informativas a usuarios y público en general, además de enviar ciberalertas preventivas.
A partir de que entró en vigencia el nuevo sistema de justicia penal acusatorio, si la Policía Cibernética nota algún tipo de publicación que pudiera ser un delito, puede realizar el acopio de información y presentarla al Ministerio Público, sin que un ciudadano levante una denuncia.
Sin embargo, la unidad no puede hacer una investigación en la red para la ubicación de delincuentes y llevar a cabo una detención, a menos que un Ministerio Público lo ordene.
Además, el 80 por ciento de usuarios que reportan haber sido víctimas de algún ilícito a la Policía Cibernética no terminan en denuncia, de acuerdo con Juan Carlos Montesinos, director de la Unidad de Ciberdelincuencia Preventiva de SSP.
“Nos contactan, nos relatan que les sucedió, les pedimos algún tipo de información y los invitamos a que abran su averiguación previa; cuando les pedimos que nos compartan el número de expediente, el ciudadano ya no nos responde”, explicó.
Además, en el País no hay regulaciones de extraterritorialidad sobre estos delitos, y no todos están contemplados dentro de legislaciones federales, como es el caso de usurpación de identidad.
Por otro lado, el acoso cibernético o el sexting no están considerados en el Código Penal.
El perfil de los delincuentes son principalmente jóvenes, con altos manejos informáticos que buscan obtener beneficios económicos rápidamente y que conocen los límites que tienen las autoridades para el combate del delito.
Guadalupe Fernández | Reforma
