Disfrutar la vejez a lado de tus amigos: la nueva tendencia llamada cohousing
¿Te gustaría pasar tu vejez acompañado de tus mejores amigos? Olvídate del asilo y dale una oportunidad al cohousing, una alternativa a las clásicas residencias para adultos mayores.
El cohousing se ha convertido en un nuevo estilo de vida, donde las personas de la tercera edad pueden pasar sus últimos años acompañados de sus amigos. Consiste en vivir de forma comunitaria, pero con viviendas independientes.
Son viviendas colaborativas y autogestionadas para vivir la vejez compartiendo espacios comunes, sin dejar la independencia de sus propias casas. Estas áreas comunes suelen ser servicios, actividades sociales, comedor, juegos de mesa, parrilladas, etc.
¿Cómo se realiza?
El cohousing tiene como fin mejorar la calidad de vida de las personas, por lo que es planeado por un grupo de personas (suelen ser amigos) para comprar un terreno en conjunto y construir casas para pasar el resto de su vida acompañados.
De acuerdo con un estudio realizado por integrantes de la Universidad de Málaga, el estilo cohousing ofrece una mejor calidad de vida, debido a los lazos que se crean y la ayuda mutua que hay entre la comunidad. Gracias a la red de apoyo que se teje, las personas de la tercera edad se sienten más seguras y su autoestima se fortalece.
Esta forma de vida permite que las personas se revitalicen al socializar y puedan convivir con otros adultos similares a ellos, evitando la soledad que puede existir en la vejez.
Asilo vs Cohousing
La diferencia entre un asilo y un cohousing radica, de acuerdo al estudiomencionado anteriormente, en la forma de organizar la vida a las personas mayores. En los asilos los adultos pierden autodeterminación, disminuyen sus relaciones personales y, en la mayoría de los casos, no gestionan su economía.
En el caso del cohousing, las personas tienen control de todas sus actividades, relaciones sociales y economía, gracias a que establecen lazos de ayuda y colaboración. Además de conservar su independencia, pueden disfrutar la vida con sus amigos.
En los centros clásicos se recurre a la asistencia, mientras que los cohousing son modelos con relaciones pares, todos están en el mismo nivel sin jerarquías.
Dentro de esta nueva modalidad de vida hay un proceso participativo, donde un grupo de personas es el que toma las decisiones. Esto incluye el diseño de las casas hechas a su medida, las cuales les permiten decidir dónde, con quién y cómo vivir.
El cohousing también ofrece la ventaja de economizar en algunas aspectos. Por ejemplo, se eliminan los intermediarios en los servicios, por lo que hay un ahorro en la vivienda, así como en el mantenimiento.
Cabe destacar que los integrantes que formen parte de la comunidad deben adoptar decisiones democráticas, para que todo funcione de manera adecuada.
Bienestar emocional
En el estudio practicado por integrantes de la Universidad de Málaga, se realizó una encuesta a 40 personas mayores sobre si les gusta su vida presente. Veinte de esas personas habitan en centros clásicos como asilos, mientras que las otras 20 viven en cohousing.
Dentro de los asilos hay un empate del 25% entre siempre les gusta y nunca les gusta, un 30% en frecuentemente y un 20% en algunas veces. Mientras que en los cohousing el 75% aseguró que siempre le gusta y el 25% restante dijo que frecuentemente.
En estos datos se puede observar un mayor descontento en la vivencia en asilos, a comparación del cohousing. Los habitantes de viviendas colaborativas se mostraron con un mayor bienestar emocional por la forma en que residen y toman decisiones. Sin embargo, es una muestra pequeña, por lo que se tendrían que hacer mayores estudios.
Por todo el mundo
Es una forma de vida que ganado más adeptos en distintas partes del mundo. De acuerdo con los expertos de la Universidad de Málaga, comenzó alrededor de los años 80 en Dinamarca y Holanda, pero es ahora que está tomado mayor fuerza.
Con información de: https://www.vix.com/