Día Internacional de la Lengua Materna
La Unesco celebra el Día Internacional de la Lengua Materna que se inscribe en el marco de sus esfuerzos para proteger el patrimonio inmaterial de la humanidad y preservar la diversidad cultural.
En 1999, la Conferencia General, órgano supremo de la Unesco, reconoció el papel desempeñado por la lengua materna en el desarrollo de la creatividad, la capacidad de comunicación y la elaboración de conceptos, pero también en el hecho de que las lenguas maternas constituyen el primer vector de la identidad cultural. Celebrando el Día Internacional de la Lengua Materna se intenta promover a la vez, el desarrollo individual y la diversidad cultural de la humanidad. Durante la misma reunión, la Conferencia General adoptó igualmente una resolución recomendado medidas a favor del multilingüismo.
Cada lengua refleja una visión única del mundo y una cultura compleja que refleja la forma en la que una comunidad ha resuelto sus problemas en su relación con el mundo, y en la que ha formulado su pensamiento, su sistema filosófico y el entendimiento del mundo que le rodea. Por eso, con la muerte y desaparición de una lengua, se pierde para siempre una parte insustituible de nuestro conocimiento del pensamiento y de la visión del mundo.
Al respecto del inestimable valor cultural e intelectual de las lenguas, cada una de ellas es un universo conceptual, un complejo y fascinante ensamblaje de sonidos y emociones, de asociaciones y símbolos, de representaciones del movimiento y del tiempo. El mapa lingüístico del mundo actual refleja la valiosa diversidad de nuestro patrimonio humano tangible, donde se encuentran las escrituras y los libros; e inmaterial y vulnerable, cuando se manifiesta a través de otras formas de expresión.
Las actividades de la Unesco en el campo de las lenguas incluyen especialmente la Iniciativa B@bel que intenta promover tanto un mejor equilibrio lingüístico en Internet como el conocimiento compartido. La Iniciativa B@bel se lanzó para desarrollar las herramientas que facilitarán la comunicación multilingüe en el ciberespacio, ayudarán a promover las fuentes de dominio público para los proveedores de información y procurarán un acceso a esta información y al conocimiento.
El «Atlas de las Lenguas en Peligro en el Mundo» asegura que «Con el vertiginoso despliegue de los medios de comunicación, nuestra época parece haber dado motivo, ahora más que nunca, a situaciones de conflicto entre las lenguas y, por ende, ha llevado a hacer desaparecer a ritmo acelerado cada vez más lenguas». Apunta que «Al menos 3,000 lenguas habladas actualmente están hoy en peligro, seriamente amenazadas o muriendo, y muchas otras presentan signos de peligro potencial y riesgo de encontrarse, en breve, amenazadas de desaparición».
El Atlas ilustra bien los procesos que conducen a la desaparición de las lenguas y proporciona información sobre las que están amenazadas, mostrando que este fenómeno se produce en todas partes del mundo. Proporciona igualmente, ejemplos de iniciativas llevadas a cabo con éxito para salvar ciertas lenguas.
La Unesco realiza también estudios sobre ciertos grupos de las lenguas más amenazadas. Las iniciativas de la Unesco en este ámbito de las lenguas se inscriben en el marco de los esfuerzos de la Organización a favor de la protección del patrimonio inmaterial que comprende la música tradicional y popular, la danza, las ferias, las tradiciones, saberes tradicionales, tradiciones orales y lenguas locales. Sobre estas tradiciones y prácticas que se encuentran en el centro de la diversidad cultural, la Unesco propone que la comunidad internacional tome medidas para proteger estos tesoros culturales, como ya lo son los sitios naturales y culturales del patrimonio material.
La Unesco considera que la lengua de una comunidad está en peligro cuando un 30 por ciento de sus niños no la aprende, y cita, entre las razones para que esto ocurra, el desplazamiento forzado de la comunidad, el contacto con una cultura más agresiva o acciones destructivas de los miembros de una cultura dominante. También estima que el riesgo de pervivencia de un idioma no depende sólo de cuántos hablantes tiene, sino también de los de otras lenguas del entorno «culturalmente agresivas».
El estudio establece grados de riesgo: desde las potencialmente amenazadas porque el número de niños que las aprenden disminuye, a las moribundas o extintas, pasando por los idiomas en peligro, en los que los hablantes más jóvenes son adultos, o los seriamente en peligro, que sólo cuentan con hablantes de mediana edad o ancianos.