Ciudad de México, 12 de febrero del 2025.- La deuda pública, en su medida más amplia, repuntó en el 2024 en medio de un mayor endeudamiento para solventar los gastos de obras clave de infraestructura de la administración pasada, con lo cual se ubicó en un nivel nunca antes visto, de acuerdo con la información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Al cierre del año pasado, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financiero del Sector Público (SHRFSP), la deuda en su medida más amplia, se ubicó en un nivel de 51.4% del Producto Interno Bruto (PIB), algo que no se vio ni siquiera en el 2020, cuando fue la crisis económica y sanitaria por el Covid-19.
De esta manera, en el sexenio pasado la deuda, como porcentaje del PIB, tuvo un crecimiento de 8.1 puntos porcentuales, pese a la promesa de un menor endeudamiento.
A detalle, el saldo de la deuda pública ascendió a 17.4 billones de pesos al cierre del 2024, lo que representó un incremento real de 11.9% en comparación con lo observado al término del 2023.
Los datos de Hacienda también mostraron que la deuda que está contratada en moneda local es la que tiene una mayor preponderancia en el saldo total.
Al cierre de diciembre pasado, ésta sumó 13.05 billones de pesos, es decir, concentró 74.9% del SHRFSP total.
En tanto, la deuda que está contratada en moneda extranjera fue por 4.38 billones de pesos, lo que representó 25.1% del total.
Más dinero para obras
El repunte del endeudamiento se dio en una coyuntura donde el expresidente López Obrador solicitó un techo histórico de endeudamiento al Congreso, con el fin de concluir obras emblemáticas, como la Refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, aunque este último continuará con sus obras en el actual sexenio en lo que respecta a transporte de carga.
“Alcanzamos un nivel de endeudamiento de alrededor de 1.2 billones de pesos en el 2024, lo que es un récord y lo cual explica el repunte en el SHRFSP, además de que, del lado de los ingresos, se observa un estancamiento, en donde crecieron menos éstos que el gasto público”, indicó James Salazar, subdirector de Análisis Económico de CIBanco.
El año pasado, ante el elevado techo de endeudamiento solicitado, los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) se ubicaron en un nivel de 5.7% del PIB, ligeramente menor a la proyección de 5.9% que se tenía; pese a que fue menor a lo esperado, también resultó en un nivel histórico para el indicador.
En tanto, los ingresos públicos sumaron 7.5 billones de pesos, un aumento real de 1.7% anual, mientras que el gasto ejercido por el gobierno fue de 9.1 billones de pesos, 7.7% más en comparación con el 2023.
“Con eso, tienes la combinación perfecta para aumentar el nivel de endeudamiento y, con ello el SHRFSP. Y así se esperaba, un año con deterioros en algunas métricas”, agregó el analista de CIBanco.
De acuerdo con Rogelio Ramírez de la O, titular de la SHCP, el mayor financiamiento solicitado al Congreso se debió a que no querían heredar obras inconclusas a la actual administración, así el alto nivel de déficit sería algo de sólo una vez.
Consolidación fiscal
Ante el alto endeudamiento del año pasado, el gobierno de Claudia Sheinbaum implementará este año los primeros pasos para una consolidación fiscal, con el fin de disminuir los RFSP; sin embargo, distintas instituciones han indicado que esto no será una tarea sencilla.
Lo aprobado para este año implica que los RFSP disminuyan a un nivel de 3.9% del PIB.
Lo anterior se logrará a través de dos vías: recortes al gasto público (en rubros importantes como salud, seguridad, medio ambiente, entre otros) y mayores ingresos, principalmente, por la vía de los impuestos, que es lo que ha venido sosteniendo a las finanzas públicas en la última década.
“Sin una reforma fiscal, el endeudamiento seguirá presionando a las finanzas públicas, lo cual ya es visible en al reducción de gastos clave como salud y educación”, señaló por su parte el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
El CIEP recordó que los ingresos tributarios son los que han logrado compensar la caída de los petroleros –en el 2024 estos se redujeron en 15.1% anual–, sin embargo, difícilmente podrán hacer frente a las presiones y necesidades del gasto público.
“El problema es lograr la consolidación fiscal y tratar de regresar a niveles óptimos, pero el mensaje que enviaron es que el déficit del año pasado no se tradujo a un mayor crecimiento económico, por lo tanto, los recursos se utilizaron de manera ineficiente”, agregó James Salazar.
De acuerdo con la estimación oportuna del PIB, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la actividad económica se habría expandido 1.3% el año pasado, lo que resulta por debajo de la proyección del gobierno, que esperaba no tasa entre 1.5 y 2.5 por ciento.
Con información de: https://www.eleconomista.com.mx/
