Ciudad de México, 21 de junio de 2016.- El agua proveniente de la tubería de descarga del complejo petroquímico Pajaritos contiene al menos 59 químicos, la mayoría de ellos tóxicos para el ambiente y la salud humana, advierte un estudio de Greenpeace México.
El complejo es operado por la empresa Mexichem, en asociación con Petróleos Mexicanos (Pemex).
A dos meses de la explosión registrada en la planta Clorados III de dicho complejo, el cual cobró la vida de al menos 32 personas y dejó cientos de heridos, la organización ambientalista presentó en Coatzacoalcos, Veracruz, los resultados del análisis de las muestras de agua y suelo recolectadas en la zona durante los días 23 y 24 de abril de 2016, con el propósito de buscar sustancias químicas peligrosas.
De las 10 muestras tomadas, la que arrojó resultados más alarmantes de presencia de tóxicos es la del agua proveniente del complejo Pajaritos. Se encontraron etenos clorados, etanos clorados y metanos clorados, así como bencenos clorados; además, contiene una amplia gama de químicos orgánicos semivolátiles.
El químico predominante es el dicloruro de etileno, sustancia catalogada como posible cancerígeno por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) y los servicios de salud de Estados Unidos.
Las concentraciones halladas de esta sustancia superan de 10 a 28 veces los límites que establece el vecino país respecto a las aguas residuales que vierte el sector de los plásticos.
Miguel Rivas Soto, responsable del área científica de Greenpeace México y coordinador del estudio, expuso en entrevista telefónica que la inhalación o ingestión del dicloruro de etileno puede afectar el sistema nervioso central, hígado, riñones, pulmones y sistema cardiovascular de las personas.
Además, consideró que lo más grave es que ni Pemex ni Mexichem estén obligados a medir y reportar la descarga de estas sustancias.
“No existe una normativa al respecto en la cual se les obligue a medir y reportar la descargar de estas sustancias y aunque estamos haciendo énfasis en el dicloruro de etileno, existen al menos 59 químicos y la mayoría de ello son tóxicos”, apuntó.
El también activista subrayó que se presentaron diversas solicitudes de información dirigidas a Pemex, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Federal de Prevención de Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), en las cuales se pregunta si se han tomado muestras representativas de agua, aire y suelo en la zona del complejo petroquímico posterior a la explosión en la zona.
En caso de que así sea, se solicitaron los reportes de las muestras, el plan de monitoreo dentro y fuera de las instalaciones donde se suscitó la explosión, en el suelo, agua, aire, en los trabajadores y personas que atendieron el accidente y la población vecina.
No obstante, Pemex dijo no contar con información respecto al tipo de sustancias que opera en el complejo, Semarnat dijo que no era su competencia y Cofepris y Profepa solicitaron una prórroga para responder, la cual vence mañana.
“Profepa anunció ha estado haciendo un estudio junto con Mexichem, ellos estuvieron trabajando en un estudio de los clorados vertidos tras la explosión y ahora nosotros hacemos un llamado a que esos datos se transparenten, que la población tenga acceso a esos datos puesto que no sólo no lo publicaron sino que además, nosotros lo solicitamos vía Infomex para saber cuál era la concentración de los químicos que se habían vertido al ambiente en la explosión, pero no tuvimos respuesta”, añadió.
Tras presentar el resultado del estudio, Rivas Soto exigió al Gobierno federal y a la empresa petroquímica hacer público el plan de remediación y estudios pertinentes para conocer qué sucedió, qué impacto tendrá en el entorno y de qué forma se reparará el daño a todas las víctimas.
Además, demandó que la petroquímica informe a la sociedad cuáles son las sustancias que maneja en sus instalaciones, cuáles fueron liberadas durante la explosión y cuáles y en qué cantidad están descargando cotidianamente en tierra, agua y aire.
Para el corto plazo, solicitó que se impongan sanciones ejemplares contra Pemex y Mexichem debido a las pérdidas humanas y a los daños causados a la comunidad y al medio ambiente.
Además, pidió que el actual Registro de Emisiones y Transferencias Contaminantes (RETC) sea actualizado para saber qué sustancias tóxicas han estado desechando Pemex y Mexichem.
El activista subrayó que el Gobierno mexicano debe establecer una legislación robusta y equiparable al nivel de Estados Unidos, Canadá y Europa para el uso y manejo de sustancias químicas.
Evlyn Cervantes | Reforma
