Desarrollo de juguetes, área de oportunidad para estudiantes yucatecos
“Una de las áreas más innovadoras en el mundo es el desarrollo de juguetes, porque tienen que captar la atención de unos clientes muy especiales como son los niños; por ello deben ser juguetes muy divertidos y eso requiere de mucho ingenio. Hay que pensar en una idea o un prototipo que pueda cumplir con ese fin”.
La competencia al final del quinto de los seis cuatrimestres que conforman la carrera, cuando ya cuentan con estudios vinculados a diseño de programas y componentes electrónicos, es parte del reto que enfrentan los jóvenes y que también busca motivarlos a “pensar cómo van a jugar, cuáles serán las reglas del juego o competencia”.
Esto requiere de un desarrollo de las habilidades y no se queda sólo en técnica que es lo que estamos tratando de desarrollar con la competencia de juguetes. Ellos aprenden durante la carrera, durante ese cuatrimestre, a programar dispositivos que se utilizan en muchas tareas electrónicas incluyendo los juguetes.
Para hacerlos entretenidos, les hemos pedido que “ellos mismos se pongan en la posición del niño. Todos seguimos conservando cierto espíritu infantil, la estrategia es que ellos se pongan en el lugar y puedan hacer juguetes divertidos, para que puedan sentir el grado de éxito en cuanto a esa parte de diversión.
“Queremos ayudarlos a despertar la curiosidad, la creatividad, la innovación y por ello deben desarrollar un prototipo funcional. Queremos que sean juguetes tecnológicos, con electrónica, pero que también se puedan tocar que despierten el interés de los niños”, dijo.
Y es que para el maestro universitario “es muy benéfico que todos los juguetes tengan su grado de innovación, de tecnología por el tipo de conocimiento del alumno, pero también que sean interactivos, manuales, que hay que tocar, moverle para que puedan funcionar”.
Por segunda ocasión consecutiva, se han desarrollado prototipos como robots móviles, carritos, un replica de “R2” –conocido como Arturito- que se controla desde el celular, tableros electrónicos de juegos, “que tienen mucho impacto en la parte de la creatividad”.
“Por ejemplo, comentó, tenemos un tablero con dos motores para moverlo a ambos lados, al frente y atrás, a fin de que una pelotita cruce por diversos laberintos y para ello el tablero se mueve con un control remoto”.
Una singularidad de este juego es que se pueden crear diversos escenarios ya que sus piezas son movibles.
Se han desarrollado también un tablero con dos coches que se manejan a control remoto y que tienen luces al final de la pista, cuando estas se prenden, los jugadores arrancan y el primero que la toque gana.
“Esto es posible registrarlo en tableros que ya les hemos propuesto pueden ubicarse fuera del tablero de juego”, añadió.
Sierra Canto apuntó que “tenemos un tablero en forma similar a un juego de batalla naval todo electrónico, por lo que el puntaje se puede registrar con exactitud; también tenemos un juego tipo “Simón dijo” que tienen un control de mano que permite darle seguimiento a la secuencia de luces que emite y se deben de memorizar”.
Otro juego es un tablero con botones electrónicos con diversos valores, gana quien realice menos movimientos y lo haga en el menor tiempo posible.
Además, se ha desarrollado un avión a control remoto y que desde su diseño, estructura y funcionamiento lo desarrollan los jóvenes, así como un barco cuya navegación puede ser controlada mediante el trabajo celular.
La competencia de juguetes pone a prueba la eficiencia del juguete o prototipo, pero también se estimula al ganador para que pueda participar en encuentros donde pueda foguearse con otros proyectos similares.
A diferencia de otras áreas que tienen que ver con la mecatrónica, como, por ejemplo, el desarrollo de drones, carros de seguimiento o aerogeneradores, las competencias vinculadas a prototipos de juguetes o juguetes parece ser inexistente.
“Por lo pronto estamos en la búsqueda de convocatorias en las cuales tenga que ver con juguetes o prototipos lúdicos, pero de no darse, pues nos centraremos en certámenes de creatividad o innovación”, señaló el especialista.
“Lo que queremos es no sólo una muestra en escuelitas y ya. Hay que llevarlo más allá, pensar en cómo competir con alemanes, rusos y es posible. En áreas como la robótica México ha ganado el primer lugar en competencia a nivel internacional”.
“Si no vamos y participamos, no podemos llegar a la calidad que necesitamos. Las competencias nos dan experiencia de donde mejorar, cómo ser más competitivos”, sostuvo.
Sierra Canto expuso que es posible pensar en la idea de crear una industria en Yucatán orientada a la creación de juguetes, de encontrar plataformas para aterrizar a los prototipos ganadores, de incubar varios de estos prototipos o en caso contrario, vender el prototipo a una empresa para su desarrollo.
Manuel Jesús Vera Durán es uno de estos jóvenes creadores cuyo ingenio favoreció la creación de “Cnosos” un juego tradicional de laberinto, cuya innovación es la posibilidad de modificar el padrón de recorrido de la pelota o canica.
Creado sobre un cajón de madera reciclada, “Cnosos” puede moverse gracias a dos pequeños motores colocados a los lados del juego que permite moverlo de un lado a otro, para adelante o atrás, e ir controlando el movimiento mediante “jostic”.
El juego ya existe en el mercado, lo innovador es cambiar el recorrido, en este caso se usó también madera reciclada, por ello se puede pasar largo tiempo diseñando nuevos padrones de recorrido, haciéndolo más interesante que tenerlo en el celular, porque el control lo tienes completamente tu.
La idea de denominar “Cnosos” a este juego refiere a la antigua mitología griega: un personaje llamado Dédalo decide crear un laberinto, a manera de prisión, para encerrar al minotauro.
Vera Durán es también un joven especialista en el diseño de carros de seguimiento, el cual recorre una pista creada con una cinta obscura que el vehículo detectará en forma automática. La pista se ubica sobre una plataforma plana, como el suelo o una mesa.
En la actualidad se prepara para competir con su carro en un certamen internacional a celebrarse en Estados Unidos, paro lo cual se realizan diversas modificaciones a su prototipo, a fin de que pueda ser más rápido y tenga un mejor agarre en las curvas.