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Denuncian masacre de 600 civiles en Etiopía

Addis Abeba, Etiopia, 24 de noviembre del 2020.- Al menos 600 civiles murieron este 9 de noviembre en un ataque perpetrado por fuerzas leales al Frente de Liberación de Tigray (TPLF), partido que gobierna la región y contra el que el Ejecutivo de Etiopía lanzó una ofensiva militar el pasado día 4, informó este martes la Comisión Etíope de Derechos Humanos (EHRC).

La masacre tuvo lugar en la localidad tigriña de Maikadra y la mayoría de las víctimas fueron hombres de las etnias amhara y wolkaits, quien fueron separados del resto de la población por los atacantes, precisó la EHRC, una institución independiente defensora de los derechos humanos, en un informe preliminar sobre la matanza.

«Si bien aún no es posible verificar el número exacto de muertos, heridos físicos y/o los que sufrieron daños materiales, los miembros del Comité de Entierro, creado después del ataque, testigos oculares y otras fuentes locales estiman que un mínimo de 600 (civiles) han muerto», afirmó la EHRC.

La comisión alertó que el número podría ser mayor, subrayando que el entierro de víctimas duró tres días por la alta cifra de fallecidos y los limitados cementerios en Maikadra, una localidad rural de la región etíope de Tigray (norte) próxima a la frontera con Sudán.

Días antes del ataque, cuando el Ejército etíope se aproximaba a la localidad, de entre 40 mil y 45 mil habitantes (tigriñas, amharas y wolkaits, principalmente), efectivos de la policía y una milicia local cerraron todas las salidas de la población.

También dejaron marchar a mujeres y niños de origen tigriña antes de la masacre, cometida el 9 de noviembre desde las 15:00 hora local de ese día hasta primera hora de la mañana del día siguiente, antes de que entrara en la ciudad el Ejército etíope.

La matanza fue obra, en gran parte, del movimiento juvenil Samri, ligado al TPLF, que asesinó a sus víctimas mediante golpes con palos, puñaladas con machetes, cuchillos y hachas; y estrangulamiento con cuerdas.

«La policía y la milicia (…) ayudaron y directamente participaron en la carnicería al disparar a los que intentaron escapar», matizó el informe.

«El ataque de Maikadra no es un simple acto delictivo, sino una grave violación premeditada y cuidadosamente coordinada contra los derechos humanos».

Juzgó que las «graves violaciones de derechos humanos» podrían constituir crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.

La EHRC basó su informe en las investigaciones de un equipo de expertos que envió a la zona y recabó testimonios y pruebas de víctimas, testigos presenciales, familias de víctimas, socorristas, personal militar y otras fuentes, incluidas las autoridades gubernamentales presentes en el momento de la visita.

El equipo también visitó hospitales y centros de salud y habló con sobrevivientes y otras autoridades pertinentes.

La organización de defensa de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) ya alertó de esta matanza el pasado 12 de noviembre. si bien no pudo precisar el número de víctimas, se limitó a decir que probablemente pudieron ser «cientos».

Ultimátum

El Primer Ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, anunció el domingo una tercera y «última» fase de la ofensiva del Ejército para tomar la capital de Tigray, Mekele, y derrocar al TPLF, al que dio 72 horas para deponer las armas, ultimátum que se cumple mañana.

Tigray, región fronteriza con Eritrea y Sudán, sigue aislada y con las telecomunicaciones cortadas desde el inicio de esta guerra el pasado día 4 por parte del Gobierno central en represalia por un ataque del TPLF a una base del Ejército etíope en la región.

Abiy, acreedor del Premio Nobel de la Paz de 2019, ha desoído los llamados internacionales al cese de las hostilidades y rechaza negociar con el TPLF para resolver la crisis, que ha causado cientos de muertos y la huida a Sudán de más de 40 mil etíopes.

La disputa entre Tigray y el Gobierno federal venía agravándose desde hace meses, con el retraso indefinido de las elecciones generales que se debían celebrar el pasado agosto en Etiopía como punto de inflexión.

Tras la demora de las elecciones por el Covid-19, el TPLF celebró el pasado septiembre sus propios comicios parlamentarios, que el Gobierno central tachó de ilegales. Ahora afirma que se busca restablecer el «orden constitucional» en Tigray.

Asimismo, desde el 5 de octubre, fecha en la que teóricamente vencía el mandato de Abiy, el Gobierno de Tigray no reconoce autoridad alguna del Ejecutivo federal.

El TPLF dominó la coalición gobernante en Etiopía hasta la llegada al poder del actual Primer Ministro en 2018.

Con información de: EFE

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