Del huachicol al ‘gaschicol’
- El número de tomas clandestinas de gas Licuado de Petróleo (LP) alcanzó 516 casos en los primeros seis meses de 2019.
México, 13 de agosto del 2019.- Lo anterior representa un aumento de 140 por ciento respecto de las tomas registradas durante todo el 2018, cuando se contabilizaron 215 puntos de ordeña, de acuerdo con cifras oficiales de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Puebla y el Estado de México son los estados que encabezan el número de tomas clandestinas. Les siguen Tlaxcala, Querétaro, Veracruz e Hidalgo.
De acuerdo con personal de logística de Pemex, las tomas ilegales de gas LP requieren de una instalación especializada que sólo puede realizarse mientras el ducto no se encuentra en operación.
Para saber que las líneas están vacías, los criminales son informados por «halcones» o trabajadores de Pemex que trabajan en complicidad.
Además los ordeñadores provocan estallidos y mientras los ductos son paralizados para su reparación, ellos aprovechan para instalar sus propios conexiones.
Una vez que se reinicia la operación del ducto, son alertados y las tomas clandestinas comienzan a abastecer sus pipas o contenedores ocultos en zonas despobladas.
El ducto Cactus-Guadalajara es el más importante en la distribución del gas LP, pues representa 67 por ciento de la capacidad total de transporte por este medio.
Ese sistema atraviesa los estados de Tabasco, Veracruz, Puebla, Hidalgo, Estado de México, Querétaro y Jalisco.
Sólo el Estado de Puebla concentra 319 puntos de ordeña en el primer semestre. El Municipio de Tepeaca encabeza las tomas clandestinas, le siguen Amozoc, San Martín Texmelucan y Los Reyes de Juárez.
Apenas la última semana de julio personal de Seguridad Física de Pemex y de la Guardia Nacional se enfrentó con presuntos huachicoleros en Tepeaca, donde 13 personas fueron detenidas, entre ellas un líder de la ordeña de gas LP en la región.
El Estado de México reportó 117 tomas clandestinas, principalmente en Tezoyuca, Nextlalpan y Tapetlaoxtoc.
El problema del «gaschicoleo» es real y es abundante, pues hay un efecto cucaracha de los criminales que pasaron de robar la gasolina al gas LP, aseguró un distribuidor de gas LP de la zona del Altiplano.
El empresario, que solicitó el anonimato por temor a represalias, explicó que aunque es más peligroso picar un ducto de este energético, su uso se ha extendido y la tecnología no es tan sofisticada.
«El crecimiento de los piquetes es real y es exponencial», dijo.
«De alguna forma se está dando un efecto cucaracha: el combate al huachicol hace que ahora se enfoquen más los criminales a robar gas LP», agregó.
De acuerdo con el distribuidor, las pérdidas por este robo para los empresarios se podrían ubicar en los miles de millones de pesos.
Con información de: https://www.reforma.com