Cumple el telescopio Webb su segunda maniobra crítica
Madrid, 28 de diciembre del 2021.- El telescopio espacial James -Webb, lanzado el Día de Navidad, ha ajustado su trayectoria hacia su destino en el espacio, el segundo punto de Lagrange, conocido como L2, a 1.5 millones de kilómetros.
Esta primera maniobra de correción de ruta se produjo el 26 de diciembre con el primer encendido de propulsores, que duró 65 minutos y se completó con éxito. Este encendido es uno de los dos hitos que son críticos que deben cumplirse con “reloj en mano”: el primero fue el despliegue del panel solar, que ocurrió poco después del lanzamiento.
Según informa la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), Webb necesita realizar sus propias maniobras de corrección de trayectoria para llegar a su órbita. Por diseño, Webb recibió una leve falta de combustión del Ariane 5 que lo lanzó al espacio, porque no es posible corregir con el empuje excesivo y no podría dar la vuelta para regresar hacia la Tierra porque eso expondría directamente la óptica y la estructura de su teles-copio al Sol, sobrecalentando y abortando la misión científica antes de que pueda comenzar.
Por lo tanto, hay que acelerar hasta la velocidad correcta en tres etapas. Después de este encendido, ningún hito clave es crítico en cuanto al tiempo, por lo que el orden, la ubicación, el momento y la duración del despliegue pueden cambiar.
Los 29 días más relevantes
La NASA tiene un plan detallado para desplegar el Telescopio Espacial Webb en un periodo de dos semanas. El proceso para ello no es una secuencia automática sin intervención; está controlado por humanos. El equipo monitorea Webb en tiempo real y puede pausar el despliegue en cualquier momento. En el calendario, está previsto extender el protector solar al tercer día de vuelo. Para el décimo día se espera exponer el espejo secundario, y dos días después del primario. En el día 15 se espera colocar en su sitio segmentos del espejo.
Finalmente, 29 días después del lanzamiento se prevé la inserción en la órbita final L2.
Su destino es ese porque, equilibrado entre las fuerzas gravitacionales del Sol y la Tierra la calibración y blindaje son más sencillos.
Con información de: Europa Press