Cumbres de Majalca, un parque nacional que atesora biodiversidad
Además de aportar servicios ambientales y belleza paisajística, es un espacio natural de recreación.
Durante miles de años, agua y viento cincelaron el rostro de Cumbres de Majalca, sitio ubicado a 47 kilómetros de la capital chihuahuense y que posee numerosos cañones escarpados y cantiles de gran altura. Hace 78 años se le reconoció como parque nacional con el propósito de asegurar los servicios ambientales que generan las cuencas hidrológicas de los ríos Santa Isabel, Chuvíscar y Sacramento y de conservar la flora y fauna que lo habita, todo lo cual le imprime una sorprendente belleza paisajística.
Enclavado en la Sierra de Majalca, nombre que recibió en 1711 del primer poblador que se recuerde, un capitán español, fue visualizado como parque de veraneo para los chihuahuenses dos siglos después (1926) y diez años más tarde (01/09/39) el presidente Lázaro Cárdenas expidió el decreto declaratorio para preservar el ecosistema que resguarda. Desde 2008 lo administra la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
Este ecosistema, que transcurre en una zona de transición entre la Sierra Madre Occidental y sierras y valles del Desierto Chihuahuense, ha propiciado la investigación internacional de especies de aves compartidas con Estados Unidos y Canadá que llegan a hibernar entre los bosques de encino y pino de la parte más alta, o sobrevuelan pastizales y chaparrales: rapaces como el águila dorada (Aquila chrysaetos), gavilán pajarero (Accipiter striatus) y aguililla cola roja (Buteo jamaicensis), así como de paseriformes como el jilguero, cuervo, golondrina, petirrojo y oropéndola o gorrión, pero también psitácidos como la cotorra serrana (Rhynchopsitta pachyrhyncha).
Hace más de medio siglo era común observar en la región especies prioritarias de mamíferos, como los osos negro y gris y el lobo gris mexicano, lo mismo que aves como el águila real. El descenso de sus poblaciones, causado por diferentes factores, ha determinado que hoy se trabaje conjuntamente a nivel internacional para tratar de salvarlos en sus áreas de distribución histórica donde se registran además perturbaciones forestales.
Por tantas particularidades, las Cumbres de Majalca atraen a los practicantes del campismo, el ciclismo de montaña y la contemplación de la naturaleza. Disfrutar de esta Área Natural Protegida es un privilegio, ¡cuidarla es deber de los tres niveles de gobierno y de todos los mexicanos!
Con información de: https://www.gob.mx/semarnat