¿Cuál es la diferencia entre obesidad y sobrepeso? No creas que una es menos peligrosa que la otra
Actualmente existe una amplia variedad de información sobre cómo tener una vida más saludable y una alimentación balanceada. Además de la orientación médica especializada, también Internet se ha llenado de publicaciones e información para llevar una vida fit.
No obstante, a pesar de este boom y del creciente interés por tener una vida saludable, la obesidad y el sobrepeso continúan siendo una constante en la población. De acuerdo con la OMS, en el 2016 más de 1900 millones de adultos padecían sobrepeso y más de 650 millones eran obesos.
En entrevista con la doctora y nutrióloga Maribel Mejía, del Centro Integral de Obesidad y Salud, pudimos un poco más sobre estas enfermedades que son responsables de más de 2.8 millones de muertes al año.
Obesidad y sobrepeso
La grasa corporal del cuerpo se mide con base en un parámetro conocido como Índice de Masa Corporal (IMC). Este índice se calcula al dividir los kilogramos de peso de una persona entre el cuadrado de su estatura (en metros). Una persona saludable puede presentar un IMC que va de 18.5 a 24.9.
Por ejemplo, si tu estatura es de 1.65 metros y tu peso es de 63 kilos, la operación queda así: 63 / 2.72 (el cuadrado de 1.65) = 23.16, por lo que tu IMC está en el rango aceptable.
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El nivel de riesgo bajo se conoce como Obesidad Grado I y se presenta cuando el IMC es de 30 a 34.9. El Grado II, de riesgo moderado, es cuando el IMC es de 35 a 39.9. Por último, el Grado III, de alto riesgo, se presenta cuando el IMC es igual o mayor a 40.
Otros factores a tomar en cuenta
La doctora Maribel Mejía comenta que actualmente no podemos guiarnos solamente con ese índice, debido a que existen más variables que debemos de tener en cuenta para saber en qué nivel (saludable, sobrepeso, obesidad grado I, II, II) se encuentra el paciente.
Un factor importante para tomar en cuenta es la adiposidad abdominal, es decir, la circunferencia de la cintura. «Cuando se toma en cuenta esta medida se puede identificar un factor de riesgo más adecuado para cada paciente», afirma la doctora.
Si la cintura mide arriba de 80 cm en mujeres o más de 90 cm en hombres, ya podemos hablar de un factor de riesgo mayor en cuanto a padecer problemas cardiovasculares, de diabetes, hipertensión y más riesgos para salud. Asimismo, se debe tomar en cuenta la actividad física y la edad del paciente.
Enfermedades o complicaciones médicas
El sobrepeso y la obesidad aumentan las probabilidades de padecer algún tipo de enfermedad. Entre las más comunes se encuentran diabetes, hipertensión, enfermedad de hipercolesterolemia (colesterol alto).
La grasa también crea una inflamación que afecta las células del cuerpo, lo cual provoca que la persona sea más propensa a desarrollar cáncer. Entre los tipos más comunes relacionados con la obesidad y el sobrepeso son el cáncer de colón y el de mamá.
Tratamiento
De acuerdo con la doctora Mejía, lo primero que debemos hacer es acudir con un médico para que realice una evaluación general de nuestro cuerpo y estado de salud. Si el especialista no encuentra ninguna alteración importante relacionada con alguna otra enfermedad, puede dirigir al paciente con el área de nutrición.
En esta área se crean medidas y estrategias de trabajo, enfocadas en transformar el estilo de vida del paciente y así pueda lograr cambios radicales en su vida.
De esta forma se garantiza que el paciente reciba los nutrientes y calorías necesarios y adecuados para su edad, actividad física y condición, y también se evita que se quede con hambre, le duela la cabeza, esté de mal humor o presente alguna insuficiencia alimenticia.
Medidas preventivas
La doctora Maribel recomienda aplicar las siguientes medidas para procurar nuestro peso, así como para dar una buena orientación alimentaria en casa.
Comer menos alimentos con grasa
Opta por comer carne magra, es decir, carne que no sea frita, capeada o empanizada. Con esta simple acción puedes disminuir entre 300-400 calorías en cada comida.
Disminuir o evitar las bebidas azucaradas
Lo mejor es fortalecer el hábito de consumir agua simple. También se puede beber agua de frutas sin azúcar.
Evitar dulces, galletas, chocolates, repostería
Lo mejor es que evites este tipo de alimentos en tu día a día. Considéralos alimentos que se consumen sólo en ocasiones especiales o muy de vez en cuando.
Agrega una porción de vegetales en cada comida
Procurar que en cada comida (desayuno, comida, cena, colaciones) siempre exista una porción de vegetales. Estos alimentos provocan una sensación de más saciedad y mejoran tu salud digestiva.
Por ejemplo, en el desayuno en lugar de comer huevos con jamón o salchicha, mejor prepara un omelette de champiñones y espinacas.
En la colación tu sándwich puede tener dos camas de lechuga y jitomate. Asimismo, puedes rayar zanahoria o jícama para tu snack del día.
En la comida puedes consumir vegetales frescos o cocidos. Una ensalada es perfecta, siempre y cuando no la acompañes con aderezos cremosos, julianas o crutones. Mejor opta por acompañarla con alguna vinagreta casera, aceite de oliva o limón. En la noche puedes comer una ensalada de atún con jitomate o un nopal asado con queso.
No abuses en tu consumo de frutas
A veces las frutas parecen ser la opción más saludable cuando tenemos hambre o se nos antoja algún alimento dulce. No obstante, la doctora Mejía recomienda consumir sólo dos porciones de fruta al día.
La doctora explica que las frutas representan carbohidratos debido a la fructuosa que contienen. Cuando hay un exceso de fructuosa, ésta no se acumula como azúcar sino como grasa, lo cual puede alterar y aumentar tus niveles de grasa y lipoproteínas
La obesidad y el sobrepeso depende mucho del estilo de vida de cada persona. Es por ello que la doctora Mejía afirma que para combatir estos problemas es importante cambiar hábitos.
Con información de: https://www.vix.com