CSI mexicano: PGR, con tecnología de punta
México, 09 de febrero de 2017.- Se han realizado más de mil 300 dictámenes sobre el caso Ayotzinapa, también se ha dado seguimiento a los hechos de Nochixtlán y Tlatlaya.
Los laboratorios de la Coordinación General de Servicios Periciales de la Procuraduría General de la República (PGR) tienen tecnología de punta y peritos expertos en 26 especialidades que se encuentran a la vanguardia para realizar investigaciones forenses, de criminología o de identificación de cadáveres.
En ese lugar se han realizado más de mil 300 dictámenes sobre el caso Ayotzinapa, se ha dado seguimiento a los hechos de Nochixtlán, de Tlatlaya o bien, la experiencia de sus peritos fue puesta a una prueba rápida el 22 de febrero de 2014: diseñadores gráficos sometieron a una prueba antropométrica de envejecimiento progresivo las imágenes que permitieron la identificación de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, 13 años después de su primera fuga.
“El Chapo fue coincidencia 100% porque teníamos el perfil genético antes y al recapturarlo le tomamos una muestra, cotejamos y es exactamente el mismo. Si se llega a detener a sus hijos, la certeza de verificar la identidad es alta y se podría saber que tienen alguna relación”, comenta Martha Acela Valdez González, directora del Laboratorio de Genética.
El CSI es un laboratorio de criminalística de la policía en la serie de televisión que primero se desarrolló en Las Vegas, luego en Nueva York y la más reciente en Miami.
El Laboratorio de Servicios Periciales de la PGR aborda todos los casos de criminalística del país. “Nuestros protocolos están bajo los estándares internacionales, el equipamiento es de punta, es lo último que hay y cada vez estamos adquiriendo más. Nos encontramos al nivel internacional por la capacidad que se tiene, sobre todo en los especialistas”, aseguró Anselmo Apodaca Sánchez, titular de la coordinación.
El equipo multidisciplinario cuenta en todo el país con mil 500 peritos especializados en cuatro áreas: la Dirección General de Laboratorios Criminalísticos, de Especialidades Médico-Forenses, Ingenierías Forenses y la de Especialidades Periciales Documentales.
“Los peritos que tenemos en la institución cuentan con mucha experiencia. El personal es de gran especialización y lo importante es que tenemos capacitación continua para el manejo de la tecnología, capacitación en México y en el extranjero”, destacó Apodaca.
La falta de confianza de la sociedad en las instituciones ha llevado a pedir intervenciones de otros países por lo que el titular de la coordinación hizo un llamado a generar credibilidad en la dependencia. “La tendencia el día hoy [en las investigaciones] es que participen varias instituciones para garantizar la credibilidad, pero también tenemos que fomentar la credibilidad para una sola institución, que es la que lleva a cabo la investigación”, señaló el especialista. “Nosotros mismos, además de ser funcionarios públicos, somos ciudadanos y formamos parte de esta sociedad, nosotros también estamos esperando dar un mejor servicio y estar a la altura de lo que necesita nuestra sociedad”, dijo el director de Servicios Periciales.
La tecnología y experiencia se unen en los laboratorios, para elaborar retratos hablados y analizar huellas dactilares, pero también es necesario el talento detrás de la máquina donde se utilizan diversos programas.
Los especialistas trabajan igual con un cuerpo completo que con fragmentos óseos, su experiencia los lleva a encontrar lo que buscan incluso debajo de las piedras, señala.
La coordinación de la PGR se encarga de resolver delitos de orden federal, pero sus actividades principalmente están enfocadas en la identificación, tanto de cadáveres como de detenidos y el armamento que usan.
Cada fragmento óseo encontrado en fosas clandestinas del país es enviado a este laboratorio que se encuentra en el centro de la Ciudad de México. Ahí las pruebas óseas son confrontadas con la base del Sistema Codis (Sistema de Índice Combinado de ADN) que tiene 31 mil 486 muestras, entre ellas, los perfiles de los padres de los estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.
“Tenemos perfiles genéticos de los familiares de los 43 y todos los días se hacen confrontas, todos los restos óseos que nos han traído a los laboratorios se suben inmediatamente al perfil de nuestra base de datos y en seguida se realiza la confronta sobre los resultados obtenidos”.
El trabajo se hace en cuerpos incompletos, a veces sólo con fragmentos, se posee una base de datos que guarda el ADN de detenidos, violadores y personas desaparecidas.
Los expertos acuden a excavar fosas clandestinas, analizan restos, estudian balas, armas, confrontan resultados con sus bases de datos para lograr esclarecer delitos. Cada área según su especialidad. Son mil 500 peritos en todo el país y pronto serán más.
La plantilla de especialistas crecerá 60% en los próximos dos años: 450 plazas se abrirán en 2017 y 450 en 2018 para solventar las exigencias de la dependencia.
El incremento de la presencia pericial, sobre todo en el área de genética, representará más y mejores resultados en el esclarecimiento de delitos federales y fortalecerá la investigación que se sigue en los casos pendientes, entre los que destacan la desaparición de los 43 estudiantes normalistas en Iguala, Guerrero; los hechos ocurridos el 19 de junio de 2016 en Nochixtlán, Oaxaca, y los enfrentamientos entre civiles y fuerzas federales en Tanhuato, Michoacán y Tlatlaya, Estado de México.
Todos los laboratorios tienen un titular, quien está a cargo de las actividades que ahí se realizan. Gente externa al área no puede ingresar a menos que cuente con un permiso.
Astrid Sánchez | El Universal