Crisis humanitaria, exigencia en el Capitolio y apoyo incondicional

Durante una visita a Tel Aviv, el presidente estadunidense dijo estar profundamente entristecido e indignado por la explosión y que, “basado en lo que he visto, parece que fue hecha por el otro equipo, no por ustedes, pero hay mucha gente allá que no está segura de eso… así que tenemos que superar muchas cosas”.

El vago lenguaje se endureció más tarde, cuando, a preguntas de los medios, Biden señaló que su apoyo a la afirmación de los militares israelíes de que militantes en Gaza fueron responsables del ataque se basaba en datos de mi Departamento de Defensa. Durante un discurso final antes de regresar a Washington, el presidente dijo: parece ser resultado de un cohete errante disparado por un grupo terrorista en Gaza.

La disputa en torno a la fuente de la explosión, ocurrida el martes en el Hospital Bautista Al-Ahli, gravitó mucho sobre la visita de Biden. Antes de su llegada, las fuerzas armadas israelíes difundieron una ráfaga de videos, audios y otra información que según ellas mostraban que el estallido se debió a un disparo fallido de la Yihad Islámica palestina, otro grupo militante que opera en Gaza, controlada por Hamas.

Funcionarios en Gaza culpan a Israel del ataque y afirman que 471 personas murieron y 341 resultaron heridas. Un vocero del Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamas, lo llamó una masacre israelí.

Naciones como Jordania, Qatar, Egipto y Turquía secundaron la acusación contra Israel por el ataque, el cual causó la cancelación de lo que pudo haber sido otra pinza del viaje de Biden, en este caso a Jordania, para abordar la situación en Gaza con el rey Abdullah; el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, y el presidente egipcio, Abdul Fattah al-Sisi.

La explosión en el hospital también se volvió un pararrayos para la rabia que se extendió por todo Medio Oriente, donde el grupo Hezbolá, apoyado por Irán, convocó a un día de ira en Líbano, y hubo protestas en Cisjordania ocupada, Jordania, Líbano, Marruecos, Irán y otras partes.

Ante esa situación, Biden se quedó enfocado en Israel. Después de ser recibido con un abrazo por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al aterrizar en Tel Aviv, terminó su viaje diciendo que Estados Unidos apoyará siempre a Israel y jamás permitiremos que estén solos. Al hablar de la incursión transfronteriza de Hamas, que dejó unos mil 400 muertos y casi 200 rehenes que se cree fueron llevados a Gaza por los militantes, Biden expresó que causó una herida muy, muy profunda.

Equipara el ataque de Hamas al del 11-S

En referencia al Holocausto en la Segunda Guerra Mundial, dijo que entonces el mundo no hizo nada, pero que no volveremos a quedarnos parados sin hacer nada. También hizo mención de los ataques terroristas del 11-S, al comentar que, para una nación del tamaño de Israel, el ataque de Hamas fue como 15 veces el 11-S. Indicó que esta semana solicitará al Congreso de su país un paquete sin precedente de ayuda para Israel con el fin de apoyarlo en su defensa.

En respuesta al ataque de Hamas, Israel ha lanzado un bombardeo aéreo casi continuo contra Gaza y ha puesto un sitio completo en el enclave, donde la ayuda exterior no puede entrar. Los militares también llamaron a los palestinos en el enclave, que suman unos 2 millones, a desplazarse hacia el sur de Gaza, en previsión de una inminente operación por tierra, lo cual ha causado saturación de hospitales y albergues. Grupos pro derechos humanos y la ONU afirman que la orden de evacuación podría constituir el crimen de guerra de transferencia forzada.

No se puede mirar lo que ha ocurrido sin clamar por justicia, sostuvo Biden, pero agregó que los palestinos en Gaza también sufren y que, si bien se siente la rabia, no hay que dejarse consumir por ella.

Antes, en esta semana, el secretario de Estado Antony Blinken había trabajado en intentar que la ayuda humanitaria pudiera entrar en Gaza desde la frontera con Egipto, donde ha estado atorada durante días. Biden comentó que había logrado un acuerdo para que Israel permita la ayuda, siempre y cuando sea inspeccionada antes de cruzar hacia Gaza, y anunció asistencia humanitaria por 100 millones de dólares para ayudar a los palestinos de Gaza y Cisjordania. Después de los comentarios de Biden, la oficina de Netanyahu señaló que, en vista de la demanda del presidente Biden, Israel no detendrá los suministros humanitarios de Egipto, siempre y cuando sea sólo comida, agua y medicinas para la población civil en el sur de la franja de Gaza.

El comunicado no mencionó combustible, el cual se requiere con urgencia para generar energía, porque las reservas se agotan, sin que se hayan dado indicios de cuándo la ayuda podría enviarse a la franja.

Las advertencias sobre suministros que se agotan vienen junto con la inquietud por los heridos en el estallido del martes. The Independent recibió videos que muestran a paramédicos atendiendo a los heridos entre charcos de sangre en el suelo,

Parte de la razón para el viaje de Biden era procurar que la guerra en Israel no se extienda hacia un conflicto mayor, dados los continuos choques entre los militares israelíes y Hezbolá en la frontera con Líbano. Se suponía que el encuentro cara a cara con líderes árabes serviría para contener el daño, pero Biden no pudo conseguirlo en este viaje.

Erdogan critica a la ONU

El tamaño de la tarea fue puesto en claro por el presidente turco Tayyip Erdogan, quien criticó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por no haber sido capaz de emitir una resolución no vinculante para una pausa humanitaria en el conflicto entre fuerzas israelíes y palestinas, que hubiera permitido llevar ayuda a los civiles en Gaza.

En una publicación en la plataforma X, antes Twitter, Erdogan señaló que los esfuerzos de Turquía por establecer la calma en la región fueron bloqueados por el castigo colectivo de palestinos en los ataques aéreos y el despliegue de portaviones estadunidenses en la región.

El Consejo de Seguridad, que se ha vuelto aún más inefectivo, una vez más no cumplió su responsabilidad, expresó Erdogan.

En Gran Bretaña, el primer ministro Rishi Sunak llamó a una respuesta calmada y serena al estallido en un hospital de Gaza, mientras su gobierno prometió publicar una evaluación sobre quién estuvo detrás del ataque. Sunak llamó a los parlamentarios a no apresurar juicios. El secretario del exterior, James Cleverly, dijo en un mensaje en la Cámara de los Comunes: Tomamos nota de lo que el presidente Biden ha dicho, pero llegaremos a nuestro propio juicio; trabajaremos de prisa y nos aseguraremos de que nuestra evaluación llegue al dominio público tan pronto como tengamos confianza en los detalles.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya