Costas de Oaxaca salvan de extinción a la tortuga golfina
Santa María Tonameca, Oax., 15 de agosto de 2017.- Más de 150 mil tortugas golfinas –especie en recuperación– depositaron más de 15 millones de huevos en el santuario de playa La Escobilla, administrado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y vigilado por la Armada de México y personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Érika Peralta Buendía, bióloga responsable del santuario, informó que ésta es la cuarta arribazón de la temporada, que comenzó en mayo y ha sido la más numerosa, pues sólo en el primer día desovaron aproximadamente 95 mil quelonios.
La especialista refirió que si bien esta especie ya no se encuentra en peligro de extinción, continúa en situación crítica.
Explicó que cada tortuga deposita hasta 100 huevos por nido, pero sólo sobreviven entre 12 y 13 por ciento debido a la rapiña de animales y humanos, fenómenos naturales e incluso tortugas que dañan otros nidos.
Se espera que las arribazones, que ocurren una cada mes, lleguen a su punto más alto en septiembre u octubre, periodo en el que desovarían entre 300 mil y 350 mil quelonios.
Después el número descenderá paulatinamente hasta el final de temporada, entre diciembre y enero. Sin embargo, en esos meses la tasa de eclosión se incrementa hasta 50 por ciento, favorecida por el frío.
Peralta Buendía precisó que en México existen tres santuarios para la tortuga golfina, uno en Michoacán y dos en Oaxaca: Morro Ayutla, en el Istmo de Tehuantepec y el de la playa La Escobilla, en la costa, este último considerado el más importante, con una extensión de 14 kilómetros.
Además de marinos y personal de la Profepa, voluntarios vigilan la zona para evitar la rapiña.
La experta comentó que con la intención de concientizar a los visitantes del santuario sobre la importancia de conservar esta especie, los trabajadores de la Conanp ofrecen recorridos guiados.
Esta labor ha comenzado a dar frutos, pues lugareños que antes saqueaban los nidos de tortuga ahora los protegen.
En los ocho años recientes se han hecho aproximadamente un millón de anidadas al año. En 2011, debido al huracán Carlota, no se alcanzó esa cifra, pues el meteoro arrasó con los nidos.
Jorge A. Pérez Alfonso | Corresponsal La Jornada