Coronavirus, sin control en España; alistan nuevo estado de alarma
Madrid, 20 de octubre del 2020. El virus del Covid-19 está fuera de control en España. Prácticamente en todas las comunidades autónomas, con la excepción de las Islas Canarias, la propagación del virus es comunitaria y masiva, con lo que los enfermos empiezan a llenar de nuevo los hospitales, las cifras de muertos vuelven a contarse por centenares cada día y la alarma se ha disparado en una ciudadanía agotada y desencantada con las autoridades públicas.
Al borde de superar el millón de infectados, el gobierno del socialista Pedro Sánchez está evaluando declarar de nuevo el estado de alarma para decretar el toque de queda en todo el país y así evitar que la ciudadanía salga de sus casas después de las nueve de la noche. Navarra, actualmente la comunidad autónoma con el mayor índice de contagios, ordenó el cierre perimetral de sus fronteras.
El pasado 10 de junio, casi tres meses después de un confinamiento masivo que obligó a los 46 millones de personas residentes en España a enclaustrarse en sus casas, evitar el contacto social y adoptar una serie de medidas de autoprotección que hoy en día ya son habituales en todo el mundo -el uso de la mascarilla, lavado de manos frecuente, distancia social-; aquel día, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, anunció en tono solemne: “Hemos vencido al virus”. En ese mismo discurso animó a la ciudadanía a volver a las calles, a viajar al interior del país para reactivar el deprimido sector turístico, a visitar restaurantes, bares y tiendas para fomentar el consumo. Incluso durante todo el mes de agosto, el pleno del Ejecutivo se fue de vacaciones y delegó en los gobiernos autonómicos el llamado “plan de desescalada”.
Tres meses después de aquel anuncio triunfal, que incluso se aderezó con una campaña de propaganda con el lema “salimos más fortalecidos”, España se asoma de nuevo al abismo. Y se vuelve a situar como el país con mayor número de infectados en proporción a su número de habitantes. Actualmente ya roza el millón de aquejados, una cifra sólo superada por cinco países, todos ellos con una tasa demográfico mucho más alta que la española: Estados Unidos, India, Brasil, Rusia y Argentina. Los últimos datos proporcionados por el ministerio de Sanidad confirman que la pandemia está de nuevo fuera de control: sólo en 24 horas se registraron 13 mil 873 infectados nuevos y 218 fallecidos. Con lo que la cifra oficial de muertes desde el inicio de la pandemia es de 33 mil 992, que según otros estudios clínicos y universitarios sería de más de 56 mil.
Lo que los expertos llaman “la segunda ola” de la pandemia se inició en España a principios de agosto, en pleno verano y con millones de personas en los sitios turísticos del mediterráneo y el mar Cantábrico. De hecho la mayor incidencia en esos días se registró en Cataluña, Aragón, Galicia y el País Vasco. Después, ya en septiembre, la “ola” se trasladó a los principales centros urbanos, sobre todo Madrid y los municipios limítrofes, donde se registraron hace algo más de dos semanas una elevada tasa de infección -más de 600 casos por cada 100 mil habitantes, cuando la Organización Mundial de la Salud considera que la situación es crítica si se superan los 200 casos-.
A pesar de que la pandemia ha ido in crescendo, actualmente los hospitales españoles no han alcanzado el grado de saturación que se vivieron en los meses de marzo, abril y mayo, cuando incluso fueron necesarios varios hospitales de campaña montados por el Ejército y se improvisaron unos centros atención sanitario similares a los que se usan en conflictos bélicos. En cualquier caso, en la mayoría de las comunidades autónomas los porcentajes de ocupación de “camas UVI (Unidad de Vigilancia Intensiva)” ya roza el 40 por ciento, con lo que se teme que si la propagación del virus continúa a este ritmo, sumado a la llegada del invierno y las habituales gripas estacionales, se podría volver a colapsar en cualquier momento el Sistema Nacional de Salud.
El gobierno de Navarra, presidido por la socialista María Chivite, anunció el cierre perimetral de la región y la paralización de la actividad de toda la hostelería y actividades recreativas al registrar una cifra de infectados de 945 por cada 100 mil habitantes. Es una medida inédita, que busca sobre todo evitar que se siga propagando el virus más allá de las fronteras navarras, sobre todo a las regiones limítrofes, como el País Vasco, La Rioja y Aragón.
El gobierno de Madrid, del derechista Partido Popular (PP), anunció que estudiaría el plan que podría aplicar a partir de este sábado que vence el estado de alarma vigente desde hace dos semanas y ordenado por el Ejecutivo español. Incluso anunció que estudiaría solicitar al propio gobierno español que decrete el estado de alarma para así tener el amparo legal para decretar el toque de queda, que evitará las reuniones sociales nocturnas, al parecer uno de los principales focos de propagación del virus. La decisión, que la tendrá que adoptar el Ejecutivo español, se anunciará en los próximos días.
Con información de: https://www.jornada.com.mx/