Comunidad de Los Fortines en Nayarit, llevan educación de casa en casa
- En medio de la pandemia a causa del covid-19, líderes para la educación comunitaria tocan de puerta en puerta en los hogares de miles de alumnos en zonas marginadas para convencerlos de que sigan su aprendizaje
Ciudad de México, 07 de septiembre del 2020.- Alas 8 de la mañana en punto del pasado 24 de agosto, 39 alumnos de la comunidad de Los Fortines, en Nayarit, entonaron el Himno Nacional en cora, su lengua natal.
Con su cubrebocas verde los niños y niñas de preescolar, primaria y secundaria, quienes no cuentan Internet ni con teléfono celular para seguir sus clases, pues en su comunidad a veces ni siquiera hay para comer, comenzaron así su ciclo escolar 2020-2021.
Pero hubo quienes ya no regresaron. La mitad de los estudiantes de secundaria se tuvieron que ir a trabajar ante la dura situación económica que enfrentan sus familias.
«En este comienzo del ciclo escolar algunos niños no fueron porque se encontraban lejos o ya no querían estudiar. Se fueron a la costa a trabajar por la falta de dinero, la economía es la razón principal de este abandono, porque Los Fortines es una comunidad humilde, muy pobre en la que no tienen casi nada para comer”, contó Alfonso de la Cruz, quien cumple la función de acompañamiento académico a los cuatro líderes para la educación comunitaria del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) que llevan la educación hasta esta comunidad indígena, en medio de la pandemia de covid-19.
A dos semanas de haber arrancado el ciclo escolar, Alfonso está preocupado porque sólo hay tres niños en secundaria y se necesitan al menos cinco para que el programa en ese nivel continúe.
«En este caso de secundaria, como son adolescentes, al principio el día lunes (24 de agosto) teníamos dos alumnos, antes de la pandemia había 7, y los líderes educativos estamos haciendo la lucha para que otra vez regresen a la escuela para que sigan estudiando y sigan aprendiendo; ahora ya se sumó uno más, ya son tres niños, pero necesitamos cinco”, dijo.
Alfonso, un licenciado en educación, de 27 años, relató en entrevista con Excélsior las dificultades que enfrenta para que los niños y niñas en Los Fortines sigan estudiando, pese a la adversidad.
Los domingos a las 5 la mañana sale de su casa. Anda una o dos horas por caminos de terracería, según las condiciones del clima, hasta llegar a Los Fortines donde, al día siguiente, junto con los líderes para la educación comunitaria, tocará puerta por puerta la casa de los estudiantes que a falta de señal televisiva y de red de internet deben continuar su aprendizaje vía cuadernillos.
“Con la lluvia el camino se convierte en lodo, se hacen zanjones, con las piedras te resbalas cuando vas caminado a la comunidad, pero aun así llego. Un día me tocó la lluvia y ni modo me tuve que mojar, pero por fortuna traía una bolsa para meter mis libros”, relató.
Los Fortines es una de las 22 mil comunidades más marginadas del país hasta donde el Conafe lleva servicios educativos a 301 mil niños de educación básica, a través de 32 mil líderes para la educación comunitaria.
La labor de líderes como Alfonso es la única forma en la que en estos momentos estos niños y niñas pueden recibir educación ya que en cinco de cada diez hogares no hay una televisión para que puedan seguir sus clases y en siete de cada diez tampoco cuentan con telefonía.
«Aquí no existe la tecnología, no tienen luz eléctrica, utilizan páneles solares, pero no todas las casas tienen, así que es una complicación para ellos. En Los Fortines estamos lunes, martes y regresamos el día jueves para revisar los avances y para que los alumnos nos den las actividades que realizaron durante esos días. Los lunes a las 8 de la mañana arrancamos con honores a la bandera y alrededor de las 8:30 los niños se van a sus hogares y los líderes comenzamos a ir casa por casa porque ahora todo es con distancia. Terminamos la jornada como a las 4:30 de la tarde porque cada niño requiere mucha atención y tienen diferentes necesidades, con algunos duramos 40 minutos, con otros más de hora”, explicó.
Consciente de que, en las zonas más marginadas como Los Fortines, mantener a los niños en la escuela es más complicado por su contexto, Alfonso confesó que su principal sueño en este momento aún con pandemia, es abatir el histórico rezago educativo que enfrentan.
DARÁN TELÉFONOS A LOS LÍDERES DE EDUCACIÓN
Dotar de telefonía celular a los 32 mil líderes para la educación comunitaria del Conafe en medio de la pandemia no sólo servirá para que cuenten con materiales educativos que pueden descargar y presentar a sus alumnos sino para evitar “simulaciones” de prestación de servicios, pues deberán tomarse fotografías para acreditar su presencia en las comunidades.
Y es que de acuerdo con el director del Conafe, Cuauhtémoc Sánchez Osio, en el sexenio pasado la simulación de servicios llegó hasta el 15 por ciento.
¿Qué tan grave era el problema de la simulación?, pues muy grave, y esto hemos logrado revertirlo en las comunidades donde había simulación; en la administración pasada encontramos no menos de 4 mil 500 servicios (de 32 mil servicios) que no estaban operando adecuadamente en el país, pero todo el tiempo hemos trabajo para revertirlo”, destacó.
Al señalar que la pandemia de covid-19 ha impuesto retos que han obligado a la institución a hacer las cosas diferentes, comentó que no todo es malo como el hecho de que por primera vez se equipará a las figuras educativas con celulares con aplicaciones que contienen secuencias de aprendizaje diarias.
Cuando la joven o el joven (líder para la educación comunitaria) se mueve a la ‘nube’, de manera automática se le descargan estos materiales educativos que a veces vienen incluso con material audiovisual, con videos que una vez que sale de la ‘nube’ ya los tiene descargados, fuera de línea en su teléfono y los puede presentar a los niños a través de su teléfono, incluso los vamos a dotar en septiembre de bocinitas para que hagan una especie de aula multimedios, que esto hubiera sido impensable en otra coyuntura”, informó.
El segundo beneficio es que las figuras educativas a través de fotografías, de su presencia en aula van a estar acreditando que están en las comunidades porque lamentablemente la extensión del trabajo del Conafe en todo el país impedía una supervisión adecuada de la presencia de las figuras educativas en todas las comunidades y eso se prestaba a simulación, es decir, servicios simulados donde demandaban recursos para su atención y finalmente la atención no existía y ahora con estos métodos electrónicos estamos en mucho mejor condición de asegurarnos de la presencia de las figuras educativas aún en comunidades muy apartadas, porque una vez que pasen por la ‘nube’ de manera automática ellos reportan su presencia en comunidad y listo a través de fotografías que se toman in situ”, explicó.
En este contexto, el titular del Conafe dijo que el recurso para el equipamiento de figuras educativas fue de casi 190 millones de pesos para 2020.
Con información de: https://www.excelsior.com.mx/