23 de diciembre de 2016.- En el afán de perder peso, muchas veces recurrimos a un sinfín de métodos que no nos dan resultado. Esto puede deberse a que nuestras hormonas nos están jugando una mala pasada y no trabajan como deberían.
Ahora bien, para no pasar por esto, existen varias formas de suprimirlas y evitar de esta manera que sigamos engordando. ¡La clave está en tu alimentación!
Más fibra y menos azúcar
La insulina es una hormona que está asociada al aumento de peso. Y es que ingerir alimentos con alto contenido de azúcar estimula a las células a acumular grasa.
Por otro lado, es aconsejable incrementar el consumo de fibra, debido a que este nutriente contribuye a controlar los niveles de insulina y, por consiguiente, evita la acumulación de grasa. Además, la fibra tiene un gran efecto de saciedad, por lo que es ideal para mantener los antojos a raya.
Consume proteínas
La grelina es una hormona que regula el apetito y el cuerpo la secreta solo cuando necesita más energía. Sin embargo, debido a la mala alimentación, el cuerpo la produce en mayores cantidades, lo que nos impulsa a abusar de la comida.
Para evitar que esto te suceda, una buena idea es consumir proteínas como carnes, huevos, lácteos, semillas y granos porque mantienen los niveles de esta hormona controlada.
No te olvides de la leche
A menos que seas intolerante a la lactosa, es importante que incrementes el consumo de leche debido a que contiene calcio y vitaminas.
Eso sí, hay que ser muy cuidadosos al elegir qué tomamos, porque muchas empresas utilizan hormonas de crecimiento en sus productos que no son positivas para nuestros organismos. De hecho, la consecuencia de su consumo puede ser el aumento de peso y la aparición de la pubertad temprana. Para evitar esto, lo mejor es elegir productos lácteos libres de hormonas u orgánicos.
Disminuye el consumo de soja
La soja es baja en grasas, sí, pero aporta fitoestrógenos que alteran el equilibrio hormonal de tu cuerpo y, como consecuencia, incrementan el apetito. Por tanto, si estás decidido a perder peso, disminuye el consumo de soja.
Modera tus dosis de cafeína
El café y el té elevan el cortisol, que es la hormona que incrementa el estrés y nos hace más vulnerables a realizar malas elecciones alimenticias.
Amígate con tus hormonas y vela por su equilibrio. Te sentirás mucho mejor y ¡podrás disfrutar de un peso mucho más saludable!
Con información de: http://www.vix.com/
