Científicos indagan potencial de planta mexicana como biocombustible
México, 01 de septiembre de 2016.- En el Colegio de Postgraduados campus Veracruz, se realiza una investigación en torno a la planta de origen mexicano, jatropha curcas, para determinar su potencial en la creación de biocombustible y cultivos de baja toxicidad como opción alimenticia.
El proyecto del Colegio de Veracruz es elaborado de manera conjunta con el Centro de Investigaciones Tropicales de la Universidad Veracruzana, donde se hizo una colecta para conocer la productividad y contenido de aceite de cuatro procedencias de jatropha curcas en dos periodos de cosecha.
El objetivo inicial del modelo era el estudio de la planta como biocombustible, no obstante se planteó la posibilidad de examinar las especies no tóxicas como una potencial fuente de alimento, explicó la coordinadora de la investigación Ofelia Andrea Valdés Rodríguez.
“Estas especies tienen bajos contenidos de los ésteres de forbol (sustancias tóxicas)”, dijo Valdés Rodríguez en una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
“En nuestras colectas tomamos en cuenta este aspecto y tenemos algunas especies con las que además de que se puede extraer el aceite con fines de biodiesel; también se puede hacer, con lo que llaman la torta residual, harina con fines alimenticios”, añadió.
El protocolo de obtención del biodiesel inicia con la extracción del aceite de la semilla para luego mezclarlo con un alcohol y un catalizador, que da paso al proceso llamado transesterificación.
Además, abundó, como subproductos derivados de este proceso (transesterificación) se obtiene la glicerina y una pasta residual útil para producir abono o alimento para ganado, previo a un proceso de detoxificación.
Los investigadores hallaron que existen semillas nativas con altos porcentajes de aceite que van de 40 a 55 por ciento, sin demandar riego, por lo que se considera como un gran potencial de cultivo bioenergético, sin embargo, se observaron plagas que merman la productividad.
Mencionó que también se desarrollan estudios sobre la fortificación de los alimentos con la incorporación de harina de jatropha curcas a la harina de trigo y de maíz en la elaboración de productos como tortilla, galletas y pan.
“La harina puede ser consumida por animales o por personas o se puede usar para fortificar algunas otras harinas, porque tiene alto contenido de proteína. Estamos en esta fase de evaluar las plantaciones”, destacó Valdés Rodríguez.
De acuerdo con estudios preliminares, al incorporar harina de jatropha curcas a las tortillas de maíz se comprobó un aumento de proteína de 4.6 hasta 11 por ciento, y en las galletas se vio un incremento de 9.0 a 16 por ciento, sin afectar sabor, textura u olor.
La jatropha curcas es una de las plantas autóctonas menos conocidas en México, pese a que tiene más de tres mil 500 especies y se encuentra en diversos estados del país.
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