Científicos describen proceso que regenera revestimiento de vasos sanguíneos
México, 06 de agosto del 2018.- Científicos de la Universidad de California, en Los Ángeles (UCLA), identificaron los genes y proteínas responsables de regenerar y reparar, de manera natural, el desgaste y daños de las paredes de los vasos sanguíneos.
Este proceso denominado revestimiento endotelial es fundamental para la salud del cuerpo humano y, por tanto, conocerlo y mantenerlo adecuadamente ayudará, por ejemplo, a evitar padecimientos cardiacos.
También ayudaría al desarrollo de métodos novedosos para colocar stents, tubos de malla de metal o plástico que abren los vasos sanguíneos obstruidos o angostos.
El estudio fue dirigido por Luisa Iruela-Arispe, profesora de biología molecular, celular y del desarrollo y miembro del Centro de Medicina Regenerativa e Investigación de Células Madre de la UCLA, informó en un comunicado esta institución.
En los vasos sanguíneos de todo el cuerpo (sangre que circula hacia los órganos y las extremidades), el revestimiento endotelial actúa como filtro y una pared. La composición del revestimiento, que incluye proteína anticoagulante en su superficie, generalmente evita la coagulación de la sangre.
El revestimiento dañado hace más probable la formación de coágulos y es causa del desarrollo de inflamación, lo que lleva a la aterosclerosis y aumenta el riesgo de una persona de sufrir una enfermedades cardíacas.
Cuando las enfermedades como la aterosclerosis, hacen que los vasos sanguíneos se estrechen, los médicos insertan con frecuencia stents para mantener los vasos abiertos y ayudar a prevenir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Sin embargo, cuando se insertan, los stents dañan el revestimiento endotelial circundante, un problema que puede provocar la coagulación y la eventual necesidad de reemplazar el stent.
Para entender cómo y cuándo el cuerpo es capaz de regenerar el revestimiento endotelial de los vasos sanguíneos, el grupo de investigación de la UCLA modeló el daño de los vasos sanguíneos en ratones. Luego, siguieron la proliferación y la ubicación de las células cercanas que habían sido marcadas especialmente.
Entre 48 y 72 horas después del daño del pequeño vaso, encontraron una mayor proliferación de células alrededor de la lesión. Las células progenitoras (precursoras de las células endoteliales), sufrieron divisiones aumentadas, repoblaron el área tanto dentro como alrededor de la lesión con un nuevo revestimiento.
Los investigadores compararon miles de células de vasos dañados y no dañados de ratones jóvenes y viejos. En cada célula, los científicos pudieron determinar los genes que se activaron con mayor frecuencia e identificaron el gen clave, llamado Atf3, que se requiere para la regeneración del revestimiento endotelial.
“Este gen se expresó predominantemente en animales jóvenes y en células que estuvieron involucradas en una respuesta de lesión y regeneración”, precisó Iruela-Arispe, quien informó que el siguiente paso es descubrir cómo activar Atf3 en células “viejas y cansadas” para estimular esa regeneración.
La investigación fue financiada por los Institutos Nacionales de Salud, el Instituto de Biociencias Cuantitativas y Computacionales, y el Programa de Capacitación del Centro de Investigación de Células Madre de la UCLA, con el apoyo de la Fundación Rose Hills.
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