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Charlas de taberna | Por: Marcos H. Valerio | Mujeres en la ruta hacia la igualdad política

“Las mujeres han tenido que emprender numerosas luchas para lograr el reconocimiento en todos los ámbitos”, comenta la académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), Karla Valverde Viesca.

«Ha habido constantes esfuerzos para cambiar los patrones culturales que relegaban a las mujeres a roles domésticos y de cuidado infantil», afirma Valverde Viesca. A pesar de los avances, la doctora en Ciencias Políticas subraya que aún queda mucho por hacer.

«Debemos agradecer a nuestras madres, abuelas y a todas las promotoras de estos derechos que nos han permitido una mayor representación. No obstante, todavía falta mucho por lograr.»

Karla Valverde Viesca comenta que en la última década se ha avanzado más que en los últimos 50 años, pero aún falta mucho por hacer. «Según cálculos de ONU Mujeres, faltan unos 130 años para lograr una representación equitativa y sustantiva en la toma de decisiones.»

Hasta el 13 de mayo de 2024, sólo 28 países tienen mujeres como Jefas de Estado o de Gobierno. A este ritmo, la igualdad de género en las altas esferas de decisión no se alcanzará en otros 130 años. Además, sólo seis países tienen congresos paritarios: Ruanda, Cuba, Nicaragua, México, Emiratos Árabes y Nueva Zelanda. «Es notable que la mayoría de estos países no son precisamente desarrollados y que la mitad pertenecen a América Latina y el Caribe», destaca Valverde Viesca.

El camino hacia la igualdad de género en la política aún es largo. Valverde enfatiza que no se trata sólo de ocupar cargos, sino de incidir en la toma de decisiones relevantes. En México, aunque hay legisladoras en la Cámara y lideresas de algunas comisiones, éstas suelen estar relacionadas con niñez, bienestar social o grupos vulnerables, y no con áreas cruciales como presupuesto o puntos constitucionales. «Nuestra participación sigue siendo simbólica; ocupamos lugares pero no tomamos decisiones trascendentales», afirma Valverde.

Además, los prejuicios y estereotipos de género continúan limitando el desarrollo de las mujeres en cargos de representación política. Valverde explica que existe un mayor escrutinio sobre las mujeres que sobre los hombres en estos roles. «Las mujeres tienen que masculinizarse para demostrar liderazgo. Si recordamos a figuras como Margaret Thatcher, siempre se le llamaba la Dama de Hierro, sugiriendo que parecía un hombre», añade.

Por su parte, Cristina Gómez Álvarez, del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras, destaca que la representación política de las mujeres comenzó a cobrar fuerza a partir de la segunda mitad del siglo XX, cuando obtuvieron el derecho a votar y ser votadas. «Esto es un fenómeno reciente; hasta hace poco tiempo, las mujeres no participaban activamente en la política».

Desde entonces, la participación de las mujeres en la política ha aumentado, aunque de manera insuficiente. Según datos de ONU Mujeres, la representación femenina en todos los niveles sigue siendo limitada.

A pesar de estos desafíos, Cristina Gómez Álvarez concluye que la participación de las mujeres en la política ha dejado una huella significativa. «Cada vez que las mujeres participan en la toma de decisiones, se logran mayores beneficios para la población. Creo que es tiempo de mujeres», finaliza la historiadora.

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