Charlas de taberna | Por: Marcos H. Valerio | Maestros de la cuchara: estructuran ideas y pensamientos
Alfredo Hernández es maestro de la construcción desde los 15 años. Optó por este oficio y abandonó la escuela porque la encontraba aburrida. Ahora, a sus 44 años, tiene en mente culminar una carrera universitaria.
«Prácticamente es mi mundo entero, es lo que conozco, realizo lo que la gente o el cliente me solicita. Si me piden construir una casa, la construimos; nosotros damos forma a sus ideas, sus pensamientos», explicó.
Hace dos años, mostró interés en inscribirse en la capacitación gratuita que ofrece la UNAM, pero debido a la alta demanda no pudo asegurarse un lugar. Este año, comenzó el curso en formato a distancia junto con colegas de otros países.
A pesar de tomar las clases desde su celular, él se propuso una meta: «Ser profesional en este trabajo, no solo ser maestro de obra. Quizás siga siendo el mismo, pero quiero ejercer la carrera de Arquitectura», afirmó.
Por eso, desde junio ha dedicado sus sábados para el curso. Termina su jornada laboral al mediodía para prepararse y recorrer varios kilómetros a pie y en transporte público hasta llegar a la Facultad de Arquitectura, minutos antes de las 15:00 horas.
«Hoy en día, si no estás capacitado, hay pocas oportunidades laborales y nos volvemos obsoletos; además, es beneficioso para nosotros y para el planeta porque nos enseñan a reducir la contaminación», enfatizó.
En la UNAM, aprendió sobre formas sustentables de construcción, conoció a colegas con quienes comparte experiencias laborales y encontró una nueva oportunidad para seguir preparándose.
«Me ha ayudado mucho a trabajar con piedra, lodo y a reciclar materiales como grava, arena y otros que pueden reutilizarse en proyectos».
También vislumbra un nuevo rumbo para su vida, nuevos sueños y objetivos que quiere transmitir a sus hijos, demostrando que con esfuerzo y dedicación todo es posible.
«Ahora busco construir una vida distinta, preparándome para un examen y ver si soy apto para ingresar a las aulas de la UNAM en el área de arquitectura», concluyó.
ACUDEN A LA FACULTA DE ARQUITECTURA
En los años setenta, la entonces Escuela Nacional de Arquitectura, ahora conocida como la Facultad de Arquitectura de la UNAM, comenzó a ofrecer cursos a maestros de obra como parte del movimiento estudiantil «Autogobierno».
Este movimiento se caracterizaba por la democratización de la educación y la conexión con la comunidad, formando a numerosos arquitectos mexicanos y extranjeros, principalmente de América Latina.
Armando Carranco Hernández, líder de la División de Educación Continua y actualización docente de la Facultad de Arquitectura, menciona que desde 2015 se estableció una relación formal con la sociedad para contribuir al desarrollo comunitario.
Una de las iniciativas destacadas fue el acuerdo con Holcim, una empresa de cemento, para el proyecto Escuela Mexicana de la Construcción. Se impartió un curso piloto para maestros de obra reclutados en varias colonias donde la empresa tenía presencia, con el objetivo de capacitarlos con la ayuda de profesores de la Facultad.
Este programa ha evolucionado con el tiempo, abarcando temas como lectura de planos, seguridad en la obra, presupuestos, eficiencia energética y sustentabilidad. Hasta 2022, se han capacitado 800 maestros de obra.