Charlas de taberna | Por: Marcos H. Valerio | Lavó ajeno para la manutención de sus hijos
A sus 14 años, Sofía Méndez llegó de San Andrés, Hidalgo a Xochimilco y desde ese tiempo se dedicó a lavar ajeno. Actualmente tiene 70 años de edad. Asegura que con dicha actividad dio manutención a sus tres hijos. Hoy, sólo lo hace para ganarse un taco, dice.
“Fui madre soltera de muy joven por lo que me vi a la necesidad de lavar ropa ajena. Antes lavaba todo el día, desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la noche, hoy sólo lavo para ganarme un taco”, comenta.
Recuerda que “antes, lavar ropa era una tarea de un día entero, además, las mujeres tenían que ir a cocinar, lo que a mí me beneficiaba y me daban mucho trabajo”, explica la habitante de la colonia El Capulín, de Santa Cecilia Tepetlapa.
A lo largo de más de 50 años que lleva trabajando en los lavaderos de Calchipahua, en barrio San Antonio, asegura que cuenta con varias amistades. “Aquí celebramos el Día de las Madres; organizamos nuestras posadas, Día del Niño”, lo que sin duda fortalece el tejido social, ya que en temporada de vacaciones, los niños acompañan a sus mamás.
Comenta que un tiempo fue trabajadora doméstica, pero no le gustó. “Fui descubriendo algunas formas fáciles para quitar la grasa a la ropa, como remojarlas en agua caliente”, señala doña Sofía.
Cabe destacar que los 48 lavaderos públicos de Calchipahua, del barrio de San Antonio, datan de 1948, cuando la maestra Guadalupe I Ramírez, fue delegada en Xochimilco.