Colaboraciones

Charlas de Taberna | Por Marcos H. Valerio | Ilusión robada.

Apenas cumplió 18 años y con la ilusión de mejorar su calidad de vida pidió a sus padres la dejaran ir a la Ciudad de México, donde ingenuamente Ximena creyó que encontraría amigos, un esposo y ¿por qué no?, el bienestar social que su pueblo Santa María Asunción, Oaxaca, le negó.

Después de varias semanas de soportar hambre, frío, humillaciones y carencias, una mujer le ofreció trabajo. Sólo tenía que levantarse a las cinco de la mañana para asear el patio, tener a tiempo el desayuno, limpiar la casa, cocinar, lavar y planchar la ropa, todo por 800 pesos a la semana.

Ahí mismo, en Coyoacán, Ximena conoció a Efraín, que al paso de los meses se convirtió en su novio, lo que significaba una salida a sus problemas económicos, quizá el principio de la felicidad.

Sin embargo, una tarde de sábado inició su peor pesadilla, aquella con la que tendría que cargar toda su vida. Por la tarde iniciaba su descanso y, como ya era costumbre, se dirigió a la taquería donde trabajaba su novio.

Diez minutos fueron la diferencia. Ese día, Efraín terminó temprano de lavar los platos y picar la carne, pero como le dolía la espalda, decidió no esperar a Ximena. Decepcionada ella regresó a su casa. En el trayecto, por Eje 8 Sur y Avenida Coyoacán, conoció a Francisco y a Rubén, quienes la convencieron para ir a bailar.

Con engaños la llevaron a un bar de la Zona Rosa. Ella se arrepintió de haber aceptado la invitación y desistió quedarse; sin embargo, ambos sujetos le sirvieron una cerveza que contenía un somnífero. Ximena perdió el conocimiento y, al recobrarlo, cayó en la cuenta de que se encontraba en un cuarto de hotel, en la colonia San Rafael, alcaldía Cuauhtémoc.

En ese lugar, Francisco y Rubén la golpearon y atacaron sexualmente, la dejaron semiconsciente. No obstante, el encargado del inmueble, al darse cuenta que ella permanecía dentro, la obligó a salir, “porque no quería problemas”.

A tumbos deambulaba por la calle y una familia que pasaba por el lugar se apiadó de Ximena y la trasladó al Ministerio Público. A través de videocámaras que se ubican en las principales avenidas lograron ubicar a los agresores. Al ser detenidos, cínicamente señalaron que la atacaron, “sólo por diversión”.

Con las pruebas recabadas, los atacantes fueron remitidos al Reclusorio Preventivo Oriente, acusados de los delitos de abuso sexual y violación agravados; mientras que la víctima continúa en terapias a fin de recuperarse del daño psicológico y emocional sufrido.

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