Charlas de Taberna | Marcos H. Valerio | Estanca México en homicidios
De acuerdo al reporte del Semáforo Delictivo, al cierre del 2020 la mayoría de los delitos bajaron. Robo a casa se redujo 23 por ciento, robo de vehículo 22 por ciento y robo a negocio 19 por ciento. Las lesiones dolosas, provocadas en gran parte por riñas entre hombres jóvenes, disminuyeron 13 por ciento y la violación cinco por ciento.
Estas reducciones se deben principalmente al confinamiento por la pandemia. Más relevante es que algunos delitos de alto impacto, de crimen organizado, como secuestro y extorsión también bajaron. La extorsión disminuyó nueve por ciento y el secuestro 38 por ciento.
“Son buenas noticias, sin duda, pero se deben al confinamiento y la reducción de oportunidad para cometer delitos. No en todos los casos, si se revisan las gráficas, veremos que algunos delitos venían a la baja antes del confinamiento y eso habla bien de algunos estados y municipios”, comentó el director del Semáforo Delictivo, Santiago Roel.
Sin embargo, por el otro lado, el confinamiento provocó un alza en la violencia familiar de cinco por ciento. Abril muestra una reducción, pero rápidamente repunta al rojo y en los siguientes meses, incluso, se supera el año anterior.
En charla, dijo “Es importante entender que, aunque las violaciones en general bajaron, se incrementó la violación a menores de edad. Esta se da en casa y los violadores suelen ser parientes cercanos como el tío o el padrastro, o conocidos y vecinos de la familia”.
El feminicidio, una manifestación extrema de la violencia familiar, no tuvo incremento, pero se mantuvo en rojo todo el año. Bajó en abril y mayo al amarillo, pero al igual que la violencia familiar regresó a los rojos en el resto del año.
En el 2021, esta tendencia al alza en la violencia doméstica y la violación a menores de edad va a continuar, por lo que debemos estar alertas y fortalecer las campañas preventivas por medio del DIF, el Instituto de la Mujer, las áreas preventivas y por la sociedad en general.
“Por lo mismo, hacemos un llamado para entender el fenómeno, detectarlo a tiempo y prevenirlo. La información y la acción oportuna es la mejor manera de reducir estos delitos”, declaró el director del Semáforo Delictivo.
El homicidio se mantuvo casi en rojo todo el año, con una ligera reducción de dos por ciento y un total de 34 mil 515 víctimas. Febrero, septiembre, noviembre y diciembre marcaron amarillo en el Semáforo Delictivo, ligeramente por debajo de la media histórica, pero el resto de los meses estuvieron en rojo.
México tiene una tasa de 28 homicidios por cada 100 mil habitantes, casi cinco veces superior a la tasa mundial de 6 homicidios por cada 100 mil habitantes.
“Debemos recordar que cerca del 80 por ciento de esos homicidios son ejecuciones de narcotráfico. Ese es el reto que el gobierno federal prometió resolver y que no ha logrado. Seguimos siendo uno de los países con peores resultados e imagen. Las víctimas no sólo son narco-menudistas, sino policías, periodistas, funcionarios públicos y ciudadanos inocentes”, declaró el directivo.
Los estados con peores tasas de homicidio son: Baja California con 73, Colima 72, Chihuahua 61, Guanajuato 57 y Zacatecas con 40. Los estados con las mejores tasas son Yucatán 2.4, Aguascalientes 5.5, Coahuila 6.4 y Baja California Sur con 7.7.
“Generalmente, donde tenemos mayores tasas de homicidio es donde existe una rivalidad entre mafias de drogas. En cambio, los estados con menores tasas es donde un solo grupo domina el territorio”, explicó Roel.
En 2020, diez estados tuvieron incremento en homicidio. Los casos más extremos son Yucatán con 58 por ciento de alza, Zacatecas 55 por ciento, San Luis Potosí 37 por ciento, Sonora 25 por ciento, Guanajuato 21 por ciento y Michoacán 20 por ciento.
Es de notarse que, aunque Yucatán tiene la tasa más baja de homicidios en el país, comparable incluso a tasas europeas, tuvo el mayor aumento. Eso significa que ningún estado está exento del riesgo y que la suerte de estados puede cambiar en cualquier momento.
“Para este 2021 nos preocupa la reducción de presupuesto en seguridad a los gobiernos estatales y municipales, y la incapacidad de la administración federal para atacar la verdadera causa del homicidio”, señaló.
Mostró su preocupación por la militarización de México que va en aumento y se extiende no sólo a seguridad pública sino a muchas áreas administrativas.