Colaboraciones

Charlas de taberna | Marcos H. Valerio | Covid-19, no es un simple resfriado.

En pleno semáforo rojo, los capitalinos olvidaron las medidas sanitarias, la Nueva Normalidad en nada se diferencia en la Vieja Normalidad. La población come tacos en la banqueta, no usa cubrebocas en el transporte público, ni en la calle. ¡Adiós a la Sana Distancia!

Ante ello, un médico militar, preocupado escribió. “Quiero hacer un llamado al sentido común. En especial a las personas que han  tomado el desconfinamiento como si se hubiese terminado la pandemia.

Infectarse con el coronavirus no es un resfriado común: hay fiebres altas, dolores de garganta y opresión en el pecho a tal punto que se siente como si se le fuera la vida y ahí llega lo peor; se necesita reanimación.

“En los últimos días se habla tanto de ventilación, pero no es una máscara de oxígeno puesta en boca y nariz mientras usted disfruta acostado pensando en su vida, no”.

Es una intubación que se hace bajo anestesia general y que consiste en quedarse mínimo dos a tres semanas sin moverse, muchas veces boca abajo, con un tubo en la boca hasta la tráquea, que le permite respirar al ritmo de la máquina a la que se está conectado.

“Usted no puede hablar, ni comer, ni hacer nada de manera natural porque la molestia y el dolor que siente necesitan de la administración de sedantes y analgésicos para asegurar la tolerancia al tubo”.

Refiere que durante el tiempo que el paciente necesite la máquina para respirar, está en coma inducido, esto es, un coma artificial.

Cabe destacar que en 20 días con este  tratamiento, un paciente joven llega a tener una pérdida de masa muscular de 40 por ciento. Es por esta razón que las personas ancianas o frágiles en su salud, no aguantan.

Culmina diciendo: “Si llegaron a leer este mensaje hasta aquí, le agradeceríamos que tomen conciencia, tomen enserio la pandemia, ahora que se está volviendo a salir. Sigan por favor las indicaciones. Esta pandemia termina cuando se encuentre la vacuna, no antes”.

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