Caribú
16 de mayo de 2016.- El caribú, también llamado reno, habita en las regiones septentrionales de América del Norte, Europa, Asia y Groenlandia.
Al llegar el verano, los rebaños de caribús se dirigen hacia el norte, en una de las mayores migraciones conocidas de animales de gran tamaño. Los caribús pueden viajar más de 950 kilómetros por rutas que repiten cada año. Al final de su viaje, pasan el verano alimentándose de los abundantes pastos y plantas de la tundra. En estas fértiles tierras un caribú adulto puede comer 5 kilogramos de alimento cada día.
Los rebaños de hembras inician la migración varias semanas antes que los machos, que las siguen junto con las crías de la última camada, que aún no llegan al año de edad.
El caribú tiene grandes pezuñas, herramientas de gran utilidad para sobrevivir en las duras tierras del norte. Son lo bastante resistentes para soportar el peso del animal sobre la nieve y para impulsarle eficazmente en el agua. La parte inferior de la pezuña es hueca, como si fuera un cucharón invertido, y permite al caribú cavar en la nieve en busca de comida. Sus bordes afilados le proporcionan una sujeción firme sobre roca o hielo.
El caribú es la única especie de venado en la que tanto los machos como las hembras (aunque no todas) tienen cuernos. Las hembras paren cada año una cría, que puede mantenerse de pie a los pocos minutos de nacer y que al día siguiente ya acompaña a su madre.
Cada año, con las primeras nieves, el caribú se dirige hacia el sur, hasta completar una migración que le lleva a viajar hasta más de 2.500 kilómetros al año. Pasan el invierno en climas más benignos, sobreviviendo a base de líquenes.
Desde siempre, el caribú ha sido un animal vital para los pueblos de las regiones septentrionales que constituyen su hábitat.
Con información de: NATIONAL GEOGRAPHIC