México, 06 de junio de 2017.- Después de Nigeria, México es el segundo País en el mundo donde más se roban combustibles.
Sólo en 2016, Pemex detectó 6 mil 873 tomas clandestinas en el País.
En América Latina, este mal también aqueja a otras naciones, pero a diferencia de México, Colombia, Ecuador y Perú lograron controlar el problema con inversiones en materia de seguridad, denuncias, monitoreo diario a las ventas de gasolineras y otro tipo protecciones.
“Se considera que esos robos de combustible están conectados entre los delincuentes y funcionarios de la gente del Estado que maneja petróleo”, explicó en entrevista Ernesto Guerra, presidente de la Comisión Latinoamericana de Empresarios de Combustibles.
Resaltó que los poliductos siempre están comprimidos con combustible y son monitoreados por válvulas de presión y si hay un piquete en el ducto el sistema pierde presión y se ve reflejado.
Dijo que el problema siempre va a existir, pero Ecuador, por ejemplo, logró bajar el robo en algunas zonas protegiendo los poliductos que estaban expuestos con hormigón.
Un experto en seguridad, que pidió omitir su nombre, explicó que en Colombia la principal amenaza a los ductos era la guerrilla y los autodefensas, hecho que EcoPetrol combatió con el sistema SCADA -de monitoreo-, además de introducir pelotas de plástico en el ducto para que cuando había una pérdida de presión éstas taparan el orificio.
Además, dijo, cuenta con el apoyo de las fuerzas armadas.
Consideró que la presencia del Estado a largo plazo es la medida que más funciona para combatir el ilícito.
A Perú le tomó entre 7 y 8 años que las medidas implementadas surtieran efecto, pero consiguieron reducir hasta en 90 por ciento las ventas en establecimientos ilegales.
Renzo Lercari, presidente de la Asociación de Grifos y Estaciones de Servicios del Perú, detalló que en su país el principal problema era el robo de camiones que transportaban combustibles, que combatieron con tecnología y operativos.
Hace más de 10 años se implementó el SCOP, un sistema digital en el que cada gasolinera reporta a quién comprará combustible, qué cantidad y quién lo transportará, pues la autoridad reguladora de Perú debe dar su autorización.
También han buscado combatir la cadena logística del narcotraficante, pues las gasolineras ubicadas en las zonas cocaleras tienen que reportar a quién le venden.
En México la Comisión Reguladora de Energía (CRE) anunció la implementación de una plataforma similar al SCOP, el Siretrac, prevista para mediados de este año, pero fue aplazado para marzo de 2018.
Norma Zúñiga | Reforma
