Colaboraciones

Análisis | Por: Pedro Luis Noble Monterrubio | Transición y civilidad política

El día de ayer, el gobernador constitucional del Estado Omar Fayad en compañía del gobernador electo Julio Menchaca anunciaron formalmente el inicio de la transición de la titularidad del Poder Ejecutivo del Estado Libre y Soberano de Hidalgo. Es así como en los próximos de 58 días se verificará todo el proceso tendente a a encausar la entrega – recepción del gobierno del Estado, mismo que tendrá en la persona de Julio Menchaca a su nuevo mandatario a partir del próximo 5 de septiembre para desempeñar este cargo durante el período 2022 – 2028.

Los mandatarios, constitucional y electo, encabezaron el evento correspondiente desde la Sala del Pueblo del Palacio de Gobierno ubicado en esta ciudad capital y lo hicieron acompañados de los colaboradores que conforme a sus instrucciones, les asistirán en esta nueva etapa de la vida institucional de nuestra entidad federativa. Por parte del actual gobierno del Estado de Hidalgo, flanquearon al gobernador Fayad sus secretarios de Política Pública, José Luis Romo, así como de la Contraloría, César Mora, quienes habrán de fungir como los interlocutores formales de la administración saliente para con el gobernador Menchaca y su equipo de transición que será encabezado por Guillermo Olivares, con amplia experiencia jurídica y quién recientemente se desempeñó como Secretario Técnico de la Comisión de Justica del Senado de la República, justamente acompañando al hoy gobernador electo. Asimismo, destacó la presencia del Dr. Santiago Nieto Castillo, ex titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y quién se constituirá como consultor del gobernador Menchaca en su staff de transición, prácticamente en los mismos términos en los que el propio Nieto Castillo, hoy presta sus servicios en el proceso de entrega – recepción de Tamaulipas.

Del encuentro de ayer se puede desprender lo que en amplios sectores de la sociedad hidalguense se comentaba desde hace ya varios días, en torno a la conducción de ambos gobernadores frente al proceso de la sucesión estatal.

El discurso de Omar Fayad y el de Julio Menchaca se centró por ambos de privilegiar el entendimiento político y la concertación como elementos sustantivos para llevar a buen puerto la renovación de la jefatura del gobierno del Estado.

El gobernador Menchaca firme como lo hizo a lo largo del pasado proceso electoral, desestimó cualquier duda al respecto de que su gobierno emprenderá una coloquialmente denominada “cacería de brujas”, sobre la administración de Fayad Meneses, pero enfatizó que su victoria democrática, enarboló el mandato ciudadano del cambio de un régimen que combatirá a la corrupción. Del lado del gobernador Fayad, una vez esgrimidas cifras y datos oficiales respecto a los logros de su gobierno, igualmente emitió consideraciones relacionadas al respeto irrestricto a la voluntad del pueblo hidalguense, que se manifestó contundentemente el pasado 5 de junio, alzando con el triunfo a la candidatura común a gobernador que postuló a Julio Menchaca Salazar.

Fue así, como se anunció, que para el próximo septiembre, vendrá un ejercicio de reconfiguración del Poder Ejecutivo local y hoy por lo pronto, las y los hidalguenses podremos partir de la premisa fundamental de que se inició una transición fundamentada en la civilidad política que denota una democracia plena y participativa de nuestros días y que es propicia para el cabal para el desarrollo y la paz social en los 84 municipios de Hidalgo.

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