Análisis | Por: Pedro Luis Noble Monterrubio | Las campañas en el proceso electoral 2022
El próximo domingo 3 de abril en punto de las 00:00 horas, podrán dar inicio formal las campañas electorales tendentes a renovar el Poder Ejecutivo estatal para el período 2022 – 2028. Sin lugar a dudas, la elección del día 5 junio será el epicentro de la agenda política estatal a lo largo de este año y de cara al futuro inmediato, el resultado que computen las actas durante la jornada comicial venidera, dará rumbo hacia la visión del ejercicio de gobierno que tenga la entidad durante los siguientes 6 años.
Las campañas forman parte del proceso electoral, entendido este como el conjunto de actos ordenados por las leyes (las Constituciones Política de los Estados Unidos Mexicanos, la del Estado y la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales), realizados por las autoridades electorales, los partidos políticos, y la ciudadanía, que tiene por objeto, para el caso del Estado de Hidalgo, la renovación del Poder Ejecutivo local. El proceso electoral ordinario comprende las etapas de a) la preparación de la elección; b) la Jornada electoral; c) la etapa de resultados y declaraciones de validez de las elecciones, y d) la de Dictamen y declaraciones de validez de la elección.
Naturalmente, durante el intervalo de 60 días naturales en los que se fundamentará el activismo político, vendrán jornadas extenuantes al interior de cada proyecto postulante de una plataforma electoral hacia la ciudadanía hidalguense. Así, cada partido enarbolará las causas de sus militancias para hacerse de la simpatía social que les posibilite salir triunfantes de esta ambiciosa elección en pos de la gubernatura. Previamente, el sábado 2 de abril, el Consejo General del Instituto Estatal Electoral del Estado de Hidalgo, habrá de entregar las constancias que reconocen a las candidaturas que formalmente reunieron todos y cada uno de los requisitos en los términos de la legislación de la materia vigente, para colocarse en las boletas electorales, a lo largo de los 84 municipios de la entidad, en un total de 3,961 centros de votación que se instalarán por todo el territorio hidalguense, mismos que contarán con una operación de 16,022 funcionarios de casillas.
Por lo anterior, se prevé que la y los aspirantes al cargo de titular del Ejecutivo estatal, que se registraron a lo largo de la semana pasada, reciban formalmente su registro como candidata y candidatos. En ese escenario, tampoco es descartable que surjan posibles recursos de apelación, encuadrados a la Ley Federal de Medios de Impugnación, por los cuales se busque controvertir estos registros otorgados por la autoridad electoral local. Desde la sociedad civil la convocatoria es que se privilegie la buena política y la presentación de propuestas útiles, integradoras y que llamen a la unidad de esta entidad. Que no surja la polarización, el encono, ni tampoco el enfrentamiento abierto y deliberado entre aspirantes y sus equipos de trabajo.
Hidalgo arranca sus campañas a la gubernatura con un padrón electoral de 2´260,368 ciudadanos y una lista nominal de 2´228,042 electores. Es importante precisar que el padrón electoral es la base de datos que contiene la información de la población que ha solicitado su credencial para votar, en tanto que, la lista nominal contiene el nombre y la foto de los ciudadanos que cuentan con credencial para votar vigente, es decir, es la ciudadanía que podrá ejercer su derecho al voto efectivo el domingo 5 de junio.
Muchos son los retos de organización, estructura y fiscalización para un proceso electoral en un territorio tan variado como lo tiene Hidalgo. Los ciudadanos ya estamos participando en el proceso electoral en curso en un ambiente de paz, de estabilidad institucional, de libertades y de respeto que deseamos así continué más allá de la jornada electoral y de la clausura de casilla.
Que aquella oferta político-electoral que emerja con el triunfo electoral de junio, encuentre precisamente en el resultado de la votación, su principal legitimación para ejercer los actos de gobierno y de la Administración Pública en bien de las y los hidalguenses.